México, 18 de diciembre de 2020.- La Concanaco-Servytur, la Canaco y la Coparmex Ciudad de México, alertaron que con el regreso a semáforo rojo de la capital del país del 19 de diciembre al 10 de enero próximo, se estiman pérdidas económicas por 48 mil 554 millones de pesos y se prevé la muerte de 10 mil establecimientos mercantiles, que se sumarán a los casi 49 mil que han bajado su cortina.
José Manuel López Campos, presidente de la Concanaco, advirtió que la parálisis de la actividad dañará la economía de las micro y pequeñas empresas, negocios y locales formales, de por sí con afectación, que intentaban repuntar sus ventas este fin de año.
Esto, dijo propiciará la mortandad de más comercios y la pérdida de más empleos.
El líder del comercio establecido llamó a la población a ser responsable y solidaria, para frenar los contagios y las muertes por Covid-19, seguir las medidas sanitarias y de distanciamiento social, no quitarse la mascarilla en ningún momento, así como suspender fiestas, posadas y reuniones familiares.
Por su parte, Nathan Poplawsky, presidente de la Canaco, señaló que están a la espera de la reciprocidad, indispensable de parte de las autoridades en materia financiera, exenciones fiscales y apoyo al pago de salarios, pues sólo así será posible garantizar la permanencia de las empresas y la conservación de miles de empleos, toda vez que reconoció que la restricciones y suspensión de actividades no esenciales “tendrán un efecto devastador“ al estimarse pérdidas en ventas de entre el 19 de diciembre al 10 de enero por 48 mil 554 millones de pesos tan solo en la Ciudad de México.
Por su parte la Coparmex Ciudad de México, advirtió que el nuevo confinamiento y cierre de actividades no esenciales, pone en «riesgo de muerte» a cerca de 10 mil establecimientos mercantiles, los cuales se sumarían a los casi 49 mil que han bajado su cortina.
Armando Zúñiga, presidente de la Coparmex-Ciudad de México, declaró que decretar el semáforo rojo en la Zona Metropolitana del Valle de México es una medida desesperada y necesaria, para detener los contagios y las muertes.
Pero, al mismo tiempo, pone en evidencia los esfuerzos insuficientes de las autoridades federales y locales por ejecutar acciones más contundentes para evitar contagios en los espacios públicos, especialmente en las actividades de la informalidad, donde se relajaron las medidas básicas al punto de las circunstancias en que ahora nos encontramos.