México, 2 de marzo de 2021.- En una sesión extraordinaria convocada de último minuto, con un proceso “fast track” y avasallando con su mayoría, Morena en el Senado aprobó sin modificarle ni una coma, como lo ordenó el presidente Andrés Manuel López Obrador, la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE).
La asamblea desechó las más de 100 reservas que presentó la oposición.
El bloque de contención se pronunció en contra de la reforma, avalada con 68 votos en pro y 58 en contra.
Claudia Ruiz Massieu, senadora del PRI, lamentó esta que calificó una jornada negra para la vida del Senado, con una mayoría que se impone sin razones y se impone por consigna.
Recordó que con esta propuesta emanada del Ejecutivo Federal, la afectación del medio ambiente, de la salud y de la economía va a ser alta.
“Este proyecto, como es la forma de aprobarlo es desaseado, es ilógico y su instrumentación no va a prosperar. (…) Este proyecto es pésimo en todos sentidos, viola los derechos a la salud y medio ambiente sanos (…) viola el principio de legalidad y de retroactividad de la ley, (…) infringe tratados y compromisos internacionales, como el Acuerdo de París, (…) ello habrá de costarle mucho dinero al Estado mexicano. (…) Cuando por muchos lustros tengamos que pagar compensaciones a los inversionistas privados extranjeros y mexicanos cuyos derechos estarán violentando hoy. (…) Una triste y negra historia”.
Los opositores afirmaron que esta no es más que una contrarreforma a la Reforma Energética que se impulsó en el sexenio pasado, que lo único que hará es generar energía más cara y sucia.
Además, de que representa un paso franco al pasado y un tiro de gracia al desarrollo sostenible, pues las indemnizaciones por la cancelación de contratos superarán los 20 mil millones de dólares.
El coordinador del PRD, Miguel Ángel Mancera, aseveró que la reforma traerá muchas repercusiones en varias áreas del desarrollo nacional.
Afirmó que con ésta se da a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el carácter de monopolio, lo que contraviene la Constitución Política.
“Por ello ese trato preferente a un competidor en un mercado en libre competencia, por su participación en un mercado distinto, sin duda, constituye una práctica monopólica que está sancionada por la Constitución”.
Alejandra Reynoso, senadora del PAN, criticó que el objetivo de Morena sea vulnerar la libre competencia.
En tono irónico dijo: “¡Bravo, Morena!, lo están haciendo muy bien”.
Anticipó también una andanada de litigios internacionales contra México, con la amenaza latente de la imposición de aranceles “verdes”.
La panista secundó a la priísta Beatriz Paredes sobre la gravedad de que Morena se haya negado a un ejercicio de Parlamento Abierto, para analizar y hacer perfectible la reforma.
“Porque no fue suficiente el no escuchar a la sociedad, porque para ustedes mayoría no es suficiente y no entienden la democracia participativa a través del Parlamento Abierto, porque no quisieron escuchar a la academia, porque no quisieron escuchar a los especialistas, porque no quieren escuchar a México. Para ustedes lo único importante es escuchar a su patrón, que despacha desde Palacio Nacional y que ahorita está jugando beisbol”.
Ricardo Monreal, coordinador de Morena, defendió la reforma y afirmó que es constitucional.
“La iniciativa preferente que envió el presidente de la República, que propone reformar y adicionar a la Ley de la Industria Eléctrica Nacional es constitucional, porque prioriza el interés nacional de brindar un servicio público de transmisión y de distribución de energía eléctrica. De manera infundada aquí se ha señalado que este dictamen elimina la generación de energía eléctrica a través de plantas de energías limpias, nada más falso. Este documento no atenta contra la libre competencia, la regula no es inconstitucional, promueve energías limpias que genera la CFE. Simplemente cumplimos con un propósito que nos planteamos, que estamos actuando congruentemente”.
En suma, la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica tiene como propósito único aumentar la participación de la CFE en el mercado de generación eléctrica.
La reforma modifica el orden en que se despacha la energía eléctrica, para utilizar primero la producida por las hidroeléctricas y las centrales propiedad de CFE, que en su mayoría funcionan a base de combustibles fósiles.
La energía generada por plantas renovables (eólica y solar) propiedad de compañías privadas, quedará hasta el final a pesar de su menor costo, igual que las de ciclo combinado.
Se excluye a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de su obligación de recurrir a las subastas eléctricas, para contratar nueva energía eléctrica.
También, se modifica la forma en que se otorgan los Certificados de Energías Limpias (CEL) y hace legal la revocación de permisos de autoabasto.
La LIE incluye todos los cambios impulsados desde hace un año por la Secretaría de Energía y por los reguladores del sector mediante políticas y acuerdos.
Pero, que hasta ahora no han sido puestos en marcha debido a una serie de amparos ganados por compañías privadas y organizaciones ambientalistas y por una fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a favor de la Comisión Federal de Competencia (Cofece).
El proyecto de decreto se envió al Ejecutivo Federal para su promulgación en el Diario Oficial de la Federación.