Boulder, Colorado, 24 de marzo de 2021 (AP).— El hombre de 21 años acusado de matar a 10 personas en un supermercado en Colorado sufría de ataques repentinos de furia y lo suspendieron en el colegio secundario por golpear a un compañero de clase, revelaron conocidos y fuentes policiales.
Ahmad Al Aliwi Alissa, residente de Arvada, un suburbio de Denver, fue encarcelado el martes y acusado de asesinato al día siguiente del ataque en la tienda de comestibles King Snoopers en Boulder. Su primera audiencia judicial está prevista para el jueves.
El 16 de marzo, seis días antes del ataque, Alissa compró un fusil de asalto, según la declaración jurada del arrestado.
Los investigadores no han descubierto el motivo, dijo el fiscal del condado de Boulder, Michael Dougherty. Tampoco sabían por el momento dónde había adquirido el arma.
Uno de los muertos era el agente de policía Eric Talley, de 51 años, el primero en arribar ante una denuncia de disparos y de un hombre portando un arma, dijo la jefa de policía Maris Herold.
Según un agente policial al tanto de los hechos, la familia del sospechoso dijo a los investigadores que creían que Alissa padecía algún tipo de enfermedad mental y tenía delirios.
Los parientes dijeron que en ocasiones Alissa decía que lo estaban siguiendo o persiguiendo, y que tal vez eso lo volvía violento.
El agente informó a The Associated Press bajo la condición de anonimato por no estar autorizado a hablar públicamente sobre el caso.
Después del tiroteo, los detectives fueron a la casa de Alissa y encontraron a su cuñada, quien les dijo que dos días antes lo había visto jugando con un arma que parecía una “ametralladora”, según la declaración de arresto.
Nadie salió el martes a la puerta de la casa en Arvada que se cree pertenece al padre del sospechoso.
La casa de dos pisos con garaje con capacidad para tres autos se encuentra en un vecindario de clase media y alta relativamente nuevo.
El martes por la noche, un centenar de personas se encontraba en un monumento improvisado cerca de la tienda de alimentos adornado con flores, velas, banderas con la leyenda “#Boulderstrong” (Boulder fuerte) y 10 cruces con corazones azules y los nombres de las víctimas.
Cuatro niñas formaban un corrillo y una de ellas lloraba al recordar cómo protestaron la masacre de 2018 en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida.
Otros recordaban la masacre de 1999 en la escuela secundaria Columbine y la de 2012 en un cine de Aurora.
Aparte del agente Talley, los otros muertos fueron Denny Stong, de 20 años; Neven Stanisic, de 23; Rikki Olds, de 25; Tralona Bartkowiak, de 49; Suzanne Fountain, de 59; Teri Leiker, de 51; Kevin Mahoney, de 61; Lynn Murray, de 62, y Jodi Waters, de 65.
El ataque del lunes fue la séptima masacre en lo que va del año en Estados Unidos, después de la del 16 de marzo que dejó ocho muertos en negocios de masajes en la zona de Atlanta, de acuerdo con una base de datos compilada por AP, USA Today y la Universidad Northeastern.
La base de datos define a la masacre como un ataque con al menos cuatro muertos sin contar el agresor.
En Washington, el presidente Joe Biden exhortó al Congreso a aprobar leyes más estrictas sobre la posesión de armas.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, prometió presentar dos proyectos de ley aprobados por la cámara baja que amplían la averiguación de antecedentes de los compradores de armas.
Biden apoya las medidas, cuya aprobación parece difícil en un Senado donde los demócratas tienen una mayoría muy estrecha.