México, 1 de julio de 2021.- Un 30 por ciento de las mujeres que tiene un parto en México sufre de violencia obstétrica.
El estudio “Padecen mujeres violencia obstétrica en México” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refiere que la Ciudad de México tiene la más alta proporción de reportes de violencia y maltrato con 30.5 por ciento, le siguen el estado de México, Querétaro, Aguascalientes, Coahuila, Tlaxcala, Yucatán, Jalisco, Morelos e Hidalgo con el 25 por ciento.
Por esta razón, Miguel Ángel Mancera, coordinador del PRD en el Senado, pidió a la Secretaría de Salud y a sus homólogas en las 32 entidades federativas a capacitar al personal médico y administrativo para prevenir y erradicar la violencia obstétrica dentro de los centros de salud, así como garantizar una atención médica con perspectiva de género, respetando en todo momento los derechos humanos de las mujeres.
El ex jefe de Gobierno señaló que se reconoce a la violencia obstétrica como la negligencia en la atención médica expresada en un trato deshumanizado, el abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, por ejemplo, la práctica abusiva de cesáreas pese a existir condiciones para el parto natural.
El uso de método anticonceptivos o de esterilización sin el consentimiento informado y voluntario de la madre y obstaculizar sin causa médica justificada el apego precoz del recién nacido con su madre, negándole la posibilidad de acogerlo y amamantarlo inmediatamente después de nacer.
Mancera expuso que de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) de 2016, 11.2 por ciento de las mujeres sufrió gritos y regaños durante el parto.
Un 10.3 por ciento del personal se tardó mucho en atenderla porque decían que gritaban o se quejaba mucho. El 9.9 por ciento fue ignorada cuando preguntaba sobre el parto de su bebé.
Otro 9.2 por ciento fue obligada a permanecer en una posición incómoda o molesta. 7 por ciento sufrió ofensas y humillaciones del personal. Casi 5 por ciento de las mujeres señaló que el personal se negó a anestesiarla o ampliar el bloqueo para disminuir el dolor, sin dar explicaciones.
Y al 3.2 por ciento tras el parto, le impidieron ver, cargar o amamantar a su bebé durante más de 5 horas y sin causa alguna o sin que les informaran que ocasionó la tardanza.
De las 3.7 millones de mujeres a las que en 2020 se les practicó una cesárea, al 10.3 por ciento no se le informó sobre la razón de este procedimiento quirúrgico y al 9.7 por ciento no le pidieron autorización para realizarla.
En colocación de DIU o esterilización no autorizada las más altas prevalencias son para Baja California y Puebla con 6.7 por ciento.
En atención médica no autorizada con 20 por ciento están Tlaxcala, San Luis Potosí, Guanajuato, Puebla y Veracruz.
El coordinador del PRD también solicitó a la Secretaría de Salud y a sus homólogas en las 32 entidades federativas a establecer mecanismos de queja y denuncia con perspectiva de género en casos de violencia obstétrica, así como a garantizar un adecuado seguimiento y pronta solución.