Sanciona EU a ministro de Seguridad de Cuba y a Unidad de Fuerzas Especiales por represión de protestas

Washington, 22 de julio de 2021 (Reuters).- Estados Unidos impuso el jueves sanciones a un ministro de seguridad cubano y una unidad de fuerzas especiales del Ministerio del Interior por presuntos abusos de derechos humanos en una ofensiva contra las protestas contra el gobierno a principios de este mes.

La medida marcó los primeros pasos concretos de la administración del presidente Joe Biden para presionar al gobierno comunista de Cuba mientras enfrenta los llamados de los legisladores estadounidenses y la comunidad cubanoamericana para mostrar un mayor apoyo a las mayores protestas que azotan la isla en décadas.

La velocidad con la que la administración ha elaborado nuevas sanciones indica que es muy poco probable que Biden suavice el enfoque de Estados Unidos hacia Cuba poco después de que su predecesor, Donald Trump, hiciera retroceder una histórica distensión de la era de Obama con La Habana.

«Esto es solo el comienzo», dijo Biden en un comunicado, expresando su condena por «detenciones masivas y juicios simulados».

«Estados Unidos seguirá sancionando a los responsables de la opresión del pueblo cubano», dijo.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, en un mensaje en Twitter, rechazó las sanciones por «infundadas y calumniosas» e instó a Estados Unidos a aplicar tales medidas a su propio historial de «represión diaria y brutalidad política».

El Departamento del Tesoro dijo que las sanciones fueron impuestas a toda una unidad de seguridad del Ministerio del Interior y al general Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, describiéndolo como líder de una entidad «cuyos miembros han incurrido en graves abusos contra los derechos humanos».

Miles de cubanos realizaron protestas hace una semana para manifestarse contra una crisis económica que ha traído escasez de bienes básicos y cortes de energía.

También protestaban por el manejo del gobierno de la pandemia de coronavirus y las restricciones a las libertades civiles. Cientos de activistas fueron detenidos.

Biden había prometido durante la campaña de 2020 revertir algunas de las políticas de Trump hacia Cuba, pero el anuncio del jueves sugiere poco apetito por un regreso al acercamiento.

Al mismo tiempo, la administración sigue buscando formas de aliviar la difícil situación humanitaria del pueblo cubano.

La Casa Blanca dijo el martes que Biden formaría un grupo de trabajo para examinar las remesas a Cuba a raíz de las protestas.

El objetivo es determinar cómo los cubanoamericanos pueden enviar dinero a las familias en la isla mientras mantienen los fondos fuera del alcance del gobierno cubano.

Trump había impuesto estrictas restricciones a las remesas, que se cree que anteriormente ascendían a varios miles de millones de dólares anuales.

La Casa Blanca, en un comunicado, advirtió que el tema de las remesas es complejo y «requiere un enfoque mesurado y reflexivo en coordinación con expertos».

Biden reiteró el jueves que su administración está buscando formas de ayudar a los cubanos comunes a recuperar el acceso a Internet después de que La Habana restringiera el acceso a las redes sociales y plataformas de mensajería, incluidas Facebook (FB.O) y WhatsApp.

«Trabajaremos en estrecha colaboración con nuestros socios en toda la región, incluida la Organización de Estados Americanos, para presionar al régimen», dijo Biden.

El gobierno cubano ha culpado de las protestas principalmente a lo que llama «contrarrevolucionarios» financiados por Estados Unidos que explotan las dificultades económicas causadas por las sanciones estadounidenses.

Las sanciones se impusieron en virtud de la Ley Global Magnitsky, utilizada para castigar a los violadores de derechos humanos con congelaciones de activos estadounidenses y prohibiciones de viajar a Estados Unidos.

Pero los funcionarios estadounidenses han reconocido que los funcionarios cubanos rara vez tienen tratos financieros con Estados Unidos y rara vez viajan a Estados Unidos, lo que limita el impacto práctico de tales medidas.

Los disturbios parecen haber inyectado un nuevo sentido de urgencia en la amplia revisión de la política hacia Cuba de Biden, que comenzó poco después de que asumiera el cargo en enero.

Hasta ahora, Cuba no había sido tratada como un tema principal de la agenda mientras la administración se ocupaba de la recuperación económica y la pandemia de coronavirus en el país y desafíos como China, Rusia e Irán en el exterior.

Cuba, dijo a Reuters un funcionario del Departamento de Estado, es ahora una «máxima prioridad».

Los analistas dicen que es poco probable que se tomen medidas conciliatorias en el corto plazo. Para complicar las cosas, la actuación de Biden con los votantes de la comunidad cubanoamericana anticomunista del sur de Florida fue peor de lo esperado, que respaldó las duras políticas de Trump hacia La Habana y Caracas y lo ayudó a ganar el estado de campo de batalla.

Muchos analistas dicen que Biden podría tener que pisar con cuidado la política hacia Cuba antes de las elecciones al Congreso de 2022.