México, 14 de septiembre de 2021.- El discurso cambió en 3 años, de aquel octubre de 2018 cuando en su calidad de presidente electo Andrés Manuel López Obrador prometió a los «hermanos migrantes centroamericanos» que en México se les daría trabajo y protección en su camino hacia Estados Unidos.
Hoy, la realidad es otra. Ahora, el gobierno de López Obrador usa al Instituto Nacional de Migración y a la Guardia Nacional para criminalizar la migración e, incluso, encarcelar en las peores condiciones de hacinamiento, sin agua y sin comida, a menores de edad.
En octubre de 2018, López Obrador declaró en Chiapas que:
«La migración no es un problema, el que sale de su pueblo no sale por gusto, sale por necesidad y si hay producción y hay trabajo en los pueblos, se va a aminorar el fenómeno migratorio, queremos que la migración sea opcional, no obligatoria, el que quiera salirse, que se quiera ir a otro país que lo haga por gusto, no por necesidad».
Tres años después recurre a medidas de contención y represión, con el argumento de proteger a los migrantes, de que no arriesguen su vida en la búsqueda del sueño americano.
Israel Aldave, reportero de Grupo Fórmula, constató este fin de semana como ese gobierno que le dio la bienvenida a los migrantes y que, incluso, les daría visas de trabajo para quedarse en México si ese era su deseo, hoy los maltrata y los persigue.
Comprobó que en la garita de Migración ubicada a pie de carretera, en la población de Echegaray entre las localidades de Tapachula y Pijijiapan, la detención ilegal por más de 5 horas de 60 ciudadanos de Haití, entre mujeres, hombres y niños, incluso, uno de ellos de dos meses de nacido.
Los funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) y los elementos de la Guardia Nacional con esta retención violaron los derechos humanos de estos migrantes, la Constitución Política y tratados y acuerdos internacionales sobre la protección de menores de edad.
Los haitianos privados de su libertad, fueron custodiados en todo momento por los funcionarios del INM y los elementos de la Guardia Nacional, como si fueran peligrosos delincuentes.
Después de 5 horas y ante la presencia del reportero Israel Aldave, único que reportó los hechos, las autoridades migratorias dejaron en libertad a los migrantes caribeños.
Una mujer agradecida con el reportero, le externó: ¡Muchas gracias! ¡Qué Dios te bendiga»