Kiev, Ucrania, 25 de febrero de 2022 (Reuters).- Misiles rusos cayeron el viernes en Kiev, las familias se resguardaron en refugios y las autoridades dijeron a los residentes que prepararan cócteles molotov para defender la capital de Ucrania. Mientras, se reportaban combates en las afueras de la ciudad.
Moscú dijo que había capturado el aeródromo de Hostomel al noroeste de la capital, un punto de partida vital para un asalto a Kiev que se ha disputado desde que los paracaidistas rusos aterrizaron allí en las primeras horas de la guerra. Esto no se pudo confirmar y las autoridades ucranianas informaron de intensos combates allí.
«Disparos y explosiones están resonando en algunos barrios. Los saboteadores ya han entrado en Kiev», dijo el alcalde de la ciudad, el ex campeón mundial de boxeo de peso pesado Vitali Klitchko.
“El enemigo quiere poner de rodillas a la capital y destruirnos”.
Un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzara una triple invasión de Ucrania desde el norte, el este y el sur, las sirenas de ataque aéreo volvieron a sonar sobre la ciudad de 3 millones de habitantes.
Algunos residentes se refugiaron en estaciones subterráneas de metro.
El presidente Volodymyr Zelenskiy tuiteó que hubo intensos combates con personas muertas en la entrada a las ciudades orientales de Chernihiv y Melitopol, así como en Hostomel.
Las ventanas de un bloque de apartamentos de 10 pisos cerca del aeropuerto principal de Kiev fueron voladas. Un cráter de dos metros mostraba dónde había golpeado un proyectil antes del amanecer.
«¿Cómo podemos estar viviendo esto en nuestro tiempo? Putin debería arder en el infierno junto con toda su familia», dijo Oxana Gulenko, mientras barría los vidrios rotos de su habitación.
Cientos de personas se apiñaron en un estrecho refugio antiaéreo debajo de un edificio después de una advertencia televisada de ataques aéreos.
«¿Cómo puedes librar una guerra contra gente pacífica?» dijo Viktoria, de 35 años, mientras sus hijos de 5 y 7 años dormían con sus abrigos de invierno.
Alla, de 40 años, dijo: «Los niños estaban asustados, lloraban y preguntaban ‘Mamá, ¿moriremos todos?».
Testigos dijeron que también se escucharon fuertes explosiones en Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia y sirenas de ataque aéreo sonaron sobre Lviv en el oeste. Las autoridades informaron de intensos combates en la ciudad oriental de Sumy.
El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña dijo en una actualización de inteligencia que las fuerzas blindadas rusas habían abierto una nueva ruta de avance hacia la capital después de no poder capturar Chernihiv y la mayoría de las tropas permanecieron a más de 50 kilómetros (31 millas) del centro de la ciudad de Kiev.
Miles de personas abarrotaron la estación de trenes de Kiev tratando de entrar a la fuerza en los trenes de evacuación repletos a Lviv.
Cuando llegó un tren, la gente corrió hacia las puertas, algunos gritaron y los guardias dispararon balas de fogueo para asustar a la multitud.
María, de 30 años, había estado allí desde la mañana con su hijo, su esposo y su perro, intentando sin éxito abordar los trenes.
«Es peligroso abrirse paso entre la multitud con un niño. El perro está asustado. Honestamente, estamos agotados», dijo.
Cuando un escuadrón de soldados marchaba por la estación, la gente aplaudía y gritaba el grito militar nacional de «¡Gloria a Ucrania!». Los soldados respondieron a gritos la tradicional respuesta: «¡Gloria a los héroes!»
Las agencias de la ONU dijeron que hasta 5 millones de personas podrían intentar huir al extranjero. Kiev ha prohibido que los hombres en edad de luchar salgan del país y en las fronteras con Polonia, Rumania, Hungría y Eslovaquia, los que cruzan son en su mayoría mujeres y niños.
Los periodistas de Reuters vieron a mujeres llorando mientras se despedían de sus seres queridos masculinos y cruzaban a Rumania.
Una nación democrática de 44 millones de personas, Ucrania votó por la independencia tras la caída de la Unión Soviética y espera unirse a la OTAN y la UE, aspiraciones que enfurecen a Moscú.
