Inflación podría verse afectada por conflicto Ucrania-Rusia: Banxico

México, 8 de marzo de 2022.- El Banco de México (Banxico) no descartó que continúen las presiones para la inflación en México por un periodo mayor al esperado o que surjan nuevos choques a consecuencia de la crisis sanitaria y a que el conflicto geopolítico entre Ucrania y Rusia se deteriore más.

Este martes, el Banco Central remitió al Senado el Informe Trimestral Octubre-Diciembre 2021.

En este da cuenta que los choques derivados de la pandemia por Covid-19 han seguido dando lugar a presiones generalizadas sobre los precios de diversos bienes y servicios, lo cual ha llevado a la inflación en México a ubicarse en niveles elevados.

Sin embargo, se continúa previendo una reducción en la inflación general a lo largo de 2022 y que converja a niveles más cercanos a la meta de inflación general del 3 por ciento en el tercer trimestre de 2023.

Si bien la inflación continúa resistiendo los efectos de los choques derivados de la pandemia, en el escenario central se considera que éstos se irán atenuando a lo largo de 2022.

No obstante, considerando la complejidad del entorno que enfrenta la inflación ante la crisis sanitaria y que pudiera verse deteriorado aún más ante el conflicto entre Rusia y Ucrania, no puede descartarse la posibilidad de que las presiones continúen por un periodo mayor al esperado o que surjan nuevos choques.

Entre los principales riesgos a los que está sujeta la inflación destacan:

Persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados. Presiones inflacionarias externas asociadas a la evolución de la pandemia y las medidas para contener sus efectos.

Lo anterior, podría originarse ante mayores costos de insumos o de transporte, así como problemas logísticos en las cadenas globales de producción o una reorganización geográfica de estas con costos de ajuste.

Que el reciente conflicto geopolítico dé lugar a mayores presiones en los precios de las materias primas, en particular los energéticos o en los productos agropecuarios.

Episodios de depreciación cambiaria, posiblemente ante eventos de volatilidad en los mercados financieros internacionales.

Y presiones de costos por disrupciones en las cadenas de suministro, o por mayores costos asociados a las condiciones de contratación o salarios, que pudieran traspasarse a los precios del consumidor.