México, 11 de mayo de 2022 (Reuters).- La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, dejó de estacionar un avión en México para operaciones antinarcóticos por primera vez en décadas después de que las autoridades mexicanas cancelaran su lugar de estacionamiento, dijeron tres fuentes.
El retiro de la aeronave es un nuevo golpe a la cooperación conjunta contra el narcotráfico que se ha debilitado en los últimos años bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.
La DEA ha tenido su propio avión con base en Toluca, cerca de la Ciudad de México, desde al menos principios de la década de 1990 para llevar a cabo misiones contra los cárteles, transportando a agentes estadounidenses y unidades mexicanas de élite para supervisar redadas sensibles al tiempo en toda la nación latinoamericana.
El avión actual, un King Air de doble turbohélice capaz de transportar a unas 10 personas, jugó un papel clave en la captura de algunos de los capos de la droga más poderosos del mundo y fue utilizado en redadas contra el exjefe del cártel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán. También sirvió a las operaciones de la DEA en América Central.
Según un funcionario del gobierno de EE. UU. y dos fuentes de seguridad familiarizadas con el tema, el avión ahora se trasladó a Texas. Los tres solicitaron el anonimato ya que no estaban autorizados a hablar sobre el tema.
“Va a detener las cosas. No podemos conducir por partes de México, es demasiado peligroso”, dijo una de las fuentes de seguridad familiarizada con las operaciones de la DEA.
La DEA se negó a comentar sobre el asunto. La Oficina del Fiscal General de México (FGR) y la oficina del presidente mexicano no respondieron a las solicitudes de comentarios.
El retiro de la aeronave amenaza con socavar los esfuerzos de Estados Unidos para combatir a los grupos del crimen organizado dentro de México y corre el riesgo de retrasar las extradiciones de capos de alto rango.
Es otro ejemplo de las fisuras en la relación entre la DEA y el gobierno de México desde que López Obrador llegó al poder en 2018 y prometió adoptar un enfoque menos hostil para combatir el crimen organizado.
Reuters informó en abril que México disolvió el año pasado una unidad antinarcóticos selecta que durante un cuarto de siglo trabajó de la mano con la DEA para combatir los cárteles.
A pesar de la fuerte reducción en la cooperación antinarcóticos bajo López Obrador, algunos funcionarios estadounidenses dicen que ha mejorado desde una ruptura casi total en 2020 cuando las autoridades estadounidenses arrestaron al exjefe del ejército de México, Salvador Cienfuegos, por presuntamente recibir sobornos de un cartel de la droga.
Tras las protestas de México, un juez estadounidense liberó a Cienfuegos luego de que los fiscales lo solicitaran citando consideraciones de política exterior «sensibles».
López Obrador ha criticado con frecuencia a la DEA por sus métodos que, según él, pisotean la soberanía de México.
Los problemas con el avión comenzaron poco después de que López Obrador asumiera el poder, según la fuente de seguridad familiarizada con las operaciones de la DEA.
Su uso se desaceleró en 2019 después de que la Secretaría de la Defensa Nacional de México (SEDENA), que controla el espacio aéreo y disfruta de un papel más amplio bajo López Obrador, comenzó a exigir una solicitud por escrito del gobierno de EE. UU. dos semanas antes de cualquier vuelo.
Esto hizo que muchas misiones fueran impracticables debido a la necesidad de flexibilidad y velocidad, dijo la fuente de seguridad, pero las apelaciones de la DEA a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México fueron en vano y el uso de la aeronave se estancó.
Luego, hace aproximadamente un mes, la DEA movió el avión después de que la FGR de México le pidiera a la agencia que cediera su espacio de estacionamiento en el hangar de la FGR en el aeropuerto de Toluca, según el funcionario del gobierno de EE. UU.
Funcionarios estadounidenses anteriores y actuales dijeron que la ausencia del avión obstaculizaría el trabajo de la DEA, recordando el papel fundamental del avión de transportar a los mejores policías mexicanos, fuerzas especiales de élite de la Marina y su equipo para redadas importantes.
«El avión fue invaluable para nuestras misiones», dijo Leonardo Silva, ex agente de la DEA que sirvió en México. “Es muy importante para la capacidad de la DEA de funcionar y ser efectiva en México”.
Con dos pilotos de la DEA listos en todo momento, el avión también ha sido fundamental para rescatar a agentes estadounidenses que enfrentaban amenazas de muerte, incluso en 2011 cuando el cartel de los Zetas en el centro de México mató a un agente de Investigaciones de Seguridad Nacional de EE. UU. y persiguió a su colega herido, Víctor Ávila. quien tuvo que ser sacado en avión.
También es probable que las extradiciones de traficantes estén en peligro porque la DEA a menudo solo tiene una cuestión de horas para llevar a los jefes de los cárteles al extranjero antes de que sus abogados enreden el proceso en una red de movimientos judiciales, dijo un ex agente de la DEA que trabajó en México.
Los cárteles de la droga que libran guerras territoriales por las rutas de tráfico han llevado la tasa de asesinatos de México a más de 30,000 homicidios por año. En Estados Unidos, las nuevas drogas hiperpotentes producidas por los cárteles mexicanos han provocado un fuerte aumento en las sobredosis que provocaron más de 100.000 muertes en Estados Unidos el año pasado.
