Horario de Verano provoca aumento de infartos, depresión e ideas suicidas: Secretaría de Salud

México, 1º de junio de 2022.- Un estudio de la Secretaría de Salud y del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) revela que hay una asociación entre el horario de verano y el aumento de infartos cardíacos, particularmente, en la primera semana de su implementación; además, de que aumenta la depresión y las ideas suicidas.

En la nota informativa “Repercusiones en la salud por el cambio de horario”, la Secretaría de Salud refiere que el cambio de hora altera el tiempo de exposición al sol y desequilibra el reloj biológico.

Señala que como la elección del horario de verano es política, esta se puede cambiar.

“Algunos estudios sugieren una asociación entre el horario de verano y el aumento de la ocurrencia de infarto cardíaco, especialmente en la primera semana después de ser implementado.

Los posibles mecanismos incluyen la privación del sueño, la desalineación circadiana y las condiciones climáticas.

El papel del género y la preferencia individual en los ritmos circadianos necesitan mayor evaluación”, indica el documento.

Asevera que entre los efectos adversos por el cambio de horario se encuentran diversos síntomas psicoemocionales y psiquiátricos y que la depresión e ideas suicidas se aumentan en algunas épocas del año y en algunos horarios y latitudes, más que en otros.

“La desincronización con el ambiente altera nuestro orden temporal interno causando problemas físicos y mentales, y dichos problemas se presentan más a menudo en los días posteriores al cambio de horario, por ejemplo, los adultos necesitan de 3 a 7 días para adaptarse al cambio de hora y la población infantil requiere más tiempo”, se detalla.

El inicio del horario de verano afecta el sueño y la vigilia de los adolescentes, lo que resulta en un aumento de la somnolencia diurna.

“Aún se desconocen a mayor escala los trastornos del sueño relacionados con el horario de verano para poder cuantificar este problema en la población escolar, por lo que se deben implementar medidas para atenuar la pérdida de sueño posterior a su inicio”.

Además, con el cambio de horario hay afectaciones en el sistema nervioso como somnolencia, irritabilidad, dificultad en la atención, la concentración y la memoria, trastornos digestivos, aumento de secreción del jugo gástrico, disminución diurna y aumento nocturno del apetito, trastornos hormonales y malestar general.

Los cambios en el sistema digestivo comprenden aumento de secreción del jugo gástrico, la disminución diurna y el aumento nocturno del apetito, mientras que en la esfera psicoemocional, la depresión e ideas suicidas se aumentan en algunas épocas del año y en algunos horarios y latitudes, más que en otros.

“En el ámbito social se describe mayor riesgo en los individuos que requieren de su concentración máxima para realizar sus funciones como pilotos, maestros, empleados y trabajadores”, puntualiza.

Señala que estudios advierten que con el cambio de horario, los estudiantes han reportado fatiga, disminución en el rendimiento escolar y laboral, menor productividad en general y mayor uso de estimulantes.

“Sin olvidar que es posible un efecto sinérgico con los cambios de salud provocados por la pandemia debida al SARS-CoV-2”.

La dependencia a cargo de Jorge Alcocer señala que varias Sociedades Internacionales del Sueño aconsejan un horario sin cambios y recomiendan mantener el horario de invierno de forma permanente, en especial, para los niños y las personas de edad avanzada “pues el horario de invierno promueve un ritmo biológico más estable que el de verano, mejorando el rendimiento intelectual y ayudando a disminuir enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión”.