Santiago, 4 de septiembre de 2022 (Reuters).- Las urnas cerraron en Chile, donde los votantes acudieron en masa el domingo para aprobar o rechazar una nueva constitución progresista que reemplazaría su actual texto favorable al mercado que data de la dictadura de Augusto Pinochet.
La agencia electoral de Chile espera tener resultados dentro de unas horas.
Los centros de votación de todo el país informaron largas filas y una alta participación cuando los chilenos participaron en una votación obligatoria, lo que según los expertos agrega incertidumbre a las encuestas, que han mostrado consistentemente que es más probable que los votantes rechacen el nuevo texto.
Diego Uribe, de 35 años, padre de dos hijos que normalmente no vota porque ha perdido la fe en los partidos políticos, votó para aprobar la nueva constitución en Puente Alto, una región de bajos ingresos en el sur de Santiago.
«Este es diferente», dijo Uribe, y agregó que habría votado aunque no fuera obligatorio. «La aprobación es un cambio real para el futuro, educación gratuita, salud digna y más derechos».
El nuevo texto es resultado de un acuerdo alcanzado para sofocar las protestas violentas contra la desigualdad en 2019 y se centra en los derechos sociales, el medio ambiente, la igualdad de género y los derechos indígenas.
Si bien casi el 80% de los chilenos votó a favor de redactar una nueva constitución a fines de 2020, las encuestas muestran que el apoyo público al nuevo texto ha disminuido en medio del temor a ciertas propuestas y controversias en torno a los electores elegidos para redactarlo.
Más de 15 millones de chilenos y residentes fueron elegibles para votar en más de 3000 centros de votación, incluido el estadio nacional de Santiago, donde Rosemarie Williamson, de 54 años, votó para rechazar la nueva constitución junto con su madre de 85 años.