México, 22 de septiembre de 2022.- Martha Bárcena, ex embajadora de México en los Estados Unidos, afirmó que si este gobierno quiere atraer más inversiones y generar empleos mejor pagados en el marco del T-MEC, necesita dar certidumbre en el área de seguridad, es decir, combatir al crimen organizado representado en el tráfico de drogas, de personas, en la subfacturación de bienes en las aduanas y en la piratería de productos y mercancías.
Reconoció que el T-MEC es central en la relación México-Estados Unidos, porque es el marco jurídico para regular los intercambios comerciales y de inversión, que es el que permite contar con la certidumbre jurídica y coadyuvar al desarrollo económico de nuestro país, ya que el 60 por ciento del Producto Interno Bruto nacional depende del comercio.
En el marco del foro “Dos años del T-MEC: retos y oportunidades hacia una América del Norte más integrada”, organizado por la senadora del PRI Claudia Ruiz Massieu, la exembajadora recordó que el acuerdo es considerado por los expertos como de “última generación”, porque incluyó capítulos novedosos que no estuvieron incluidos en el TLCAN, como el laboral, el medio ambiental, la promoción de medianas y pequeñas empresas, atención a las comunidades indígenas y a las mujeres empresarias, entre otros.
Martha Bárcena afirmó que no es suficiente la certidumbre jurídica que da el T-MEC para para el intercambio comercial y la atracción de inversión, sino que se necesita darles a los inversionistas certidumbre en seguridad.
“Si bien el T-MEC nos da esta certidumbre jurídica para los intercambios comerciales y para la atracción de inversión, no es suficiente. Si queremos atraer un mayor número de inversiones a México con base en el T-MEC para crear mejores empleos y empleos mejor pagados, necesitamos dar también certidumbre en el área de seguridad, (…) que implica el combate al crimen organizado. Y el combate al crimen organizado no sólo es el tráfico de drogas, es el tráfico de personas, es la subfacturación de bienes en las aduanas, es el tráfico de productos copia, digamos el respeto a la propiedad intelectual”.
Explicó que esta administración también debe dar certidumbre política a los capitales foráneos.
“Y tenemos que dar también la certidumbre política, es decir, la estabilidad política, porque los países y las empresas no se sienten seguras de invertir en otro país, sino hay esa estabilidad política. Creo que México da esa estabilidad política y creo que tenemos serios retos en materia de certidumbre en el área de seguridad y algunos aspectos que afrontar en el área de certidumbre jurídica, justamente que tienen que ver con el debate sobre si algunas políticas en México se compadecen o no con lo que acordamos cumplir el tratado México-Estados Unidos-Canadá”.
Rafael Fernández de Castro, experto en relaciones bilaterales México-Estados Unidos, recomendó que hay que aprender de los errores históricos y uno de los errores históricos de México es que el TLCAN original no tenía andamiaje institucional y dejó en el esqueleto a los mecanismos institucionales y fue un acuerdo que no se pudo ni profundizar ni ampliar.
Propuso que cuando el T-MEC se revise en 2026, México se asegure que este cuenta con el andamiaje institucional adecuado para poder actualizarse, profundizarse y ampliarse.
En su participación, Sergio Alcocer, presidente del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, destacó que México tiene una diferencia sustancial con Estados Unidos y Canadá, países que han avanzado de forma rápida y decidida en vincular a la educación superior con la ciencia, la tecnología y la innovación y “nosotros tenemos una separación estructural, incluso con dos leyes: La Ley de Educación Superior o General y la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación”.
Lo que se traduce, señaló, en que no hay una política de gobierno o de Estado, para promover el desarrollo de la ciencia y la tecnología desde la educación superior, consecuentemente poder identificar talento.
Citó como ejemplo que, con cifras del Banco Mundial, México invirtió en 2020 en ciencia y tecnología 0.3 por ciento del Producto Interno Bruto, mientras que Canadá invirtió seis veces más, casi 1.7 por ciento y Estados Unidos invirtió 12 veces eso, es decir, 3.45 por ciento y China gran competidor de nuestro país, invirtió 8 veces más, 2.4 por ciento.
Esta diferencia, dijo, marca que si México no le apuesta a la ciencia, tecnología e innovación en el marco del T-MEC “seguiremos siendo un país exportador de materias de primas y en el mejor de los casos seremos un país de maquila, pero no un país que contribuya con otros productos y servicios”.
Por su parte, Francisco de Rosenzweig, socio en White & Case, se pronunció por diversificar el comercio con Canadá, que es “muy pequeñito” y lo importante sería desarrollar cadenas de suministro para ese mercado.