México, 1 de noviembre de 2022.- El presidente Andrés Manuel López Obrador, defendió la investigación conducida por Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, sobre el caso Ayotzinapa.
Afirmó que Encinas es un hombre honesto, íntegro, incapaz de falsear o fabricar información.
Este lunes, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) aseveró que no es posible saber el origen y autenticidad de los mensajes de WhatsApp que la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa (Covaj), que encabeza Alejandro Encinas, utilizó como base para su investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, Guerrero, en septiembre de 2014.
Los expertos Ángela Buitrago, Francisco Cox, Claudia Paz y Carlos Beristáin señalaron inconsistencias en los supuestos mensajes de WhatsApp del grupo delincuencial ‘Guerreros Unidos’, que daban nueva información sobre la desaparición y destino de los normalistas.
López Obrador aseguró que le tiene toda la confianza al subsecretario de Derechos Humanos y destacó que se tienen todos los elementos para sostener la investigación, “se van a seguir con las averiguaciones y se va a ir consolidando y fortaleciendo esta investigación. Se va a hacer justicia”.
“Lo que sucede es que pensaban que no íbamos a actuar y que se iba a ir pasando el tiempo, entonces les sorprendió la decisión que se tomó de hacer detenciones, sobre todo, la del exprocurador Jesús Murillo Karam y a militares, porque no tenían esa intención, cuando se toma la decisión que no habrá impunidad para nadie y se actúa, pues se les descuadran sus cálculos, pero existen todas las pruebas y se van a seguir reforzando, por eso hubo una especie de rebelión al interior de la Fiscalía General de la República, porque no esperaban que se actuara como se hizo”.
Rechazó que la Covaj se haya precipitado o fabricado pruebas, pues el informe está elaborado con elementos sólidos y hay más de una prueba en cada caso.
Dijo que lo que está es el “deseo ferviente del conservadurismo que no cumplamos con el compromiso que tenemos con los padres de Ayotzinapa, como en otros casos, que apuestan que nos vaya mal, siempre es así. Están ofuscados nuestros adversarios”. (Con información de El Universal)