Latakia, Siria, 11 de febrero de 2023 (AP).- Ibrahim Zakaria perdió la noción del tiempo entrando y saliendo de la conciencia mientras estaba atrapado durante casi cinco días en los escombros de su casa tras el terremoto masivo que azotó Turquía y Siria esta semana.
El trabajador de la tienda de teléfonos móviles de 23 años de la ciudad siria de Jableh sobrevivió con gotas sucias de agua y finalmente perdió la esperanza de que sería salvado.
«Dije que estoy muerto y que será imposible para mí vivir de nuevo», dijo Zakaria, que fue rescatado el viernes por la noche, a The Associated Press el sábado desde su cama en un hospital de la ciudad costera de Latakia, donde su madre de 60 años, Duha Nurallah, también se estaba recuperando.
Cinco días después de que dos poderosos terremotos con horas de diferencia causaran el colapso de miles de edificios, matando a más de 28 000 personas y dejando a millones de personas sin hogar, los rescatistas seguían sacando a los improbables supervivientes de las ruinas, uno de ellos de solo 7 meses de edad.
Aunque cada rescate provocó abrazos y gritos de «¡Allahu akbar!» – «¡Dios es grande!» – de los hombres y mujeres cansados que trabajaban incansablemente en las temperaturas heladas para salvar vidas, fueron la excepción en una región cubierta por el dolor, la desesperación y la creciente frustración.
Más de una docena de supervivientes fueron rescatados el sábado, incluida una familia en Kahramanmaras, la ciudad turca más cercana al epicentro del terremoto del lunes.
Los equipos allí ayudaron a Nehir Naz Narli, de 12 años, a estar a salvo antes de volver por sus padres.
