Acapulco, Guerrero, 26 de octubre de 2023.- Zozobra y devastación en cada lugar a donde se mira, aquí en el puerto.
La furia de Otis confirmó que a la naturaleza no hay nada que la detenga, ni siquiera el intento de sobrevivir.
Las personas saquean comercios, tiendas y aquellos lugares donde puedan encontrar agua, alimentos y otros insumos, en la mayoría de los casos para sobrevivir.
La magnitud de la tragedia es tal, que el embate de Otis desveló lo que se presumía, cadáveres que yacen sobre las calles cercanas a la costera y una lista de desaparecidos que comienza a crecer.
Los cuerpos fueron cubiertos con algunas toallas por respeto y humanidad. Pero, ninguna autoridad estatal o municipal ha dado cuenta de los decesos ni se ha presentado a levantarlos.
El agua potable escasea, el servicio de electricidad aún no se restablece. Lo que fluye a cuenta gotas es la telefonía móvil y fija y el Internet.
El Club de Yates quedó completamente destrozado, sumido en el agua, con embarcaciones hundidas, otras apiladas en la costa.
Acapulco es desolación… y el combustible comienza a escasear.
Dicen los cálculos conservadores que el puerto requería más de 15 mil millones de dólares para volver a estar de pie.