Trece estados del país aún no tipifican agresiones con ácido como delito en sus leyes, revela estudio del IBD

México, 25 de marzo de 2024.- Actualmente en 13 estados del país no está tipificado en sus leyes el delito de agresiones inferidas con ácidos u otras sustancias químicas o corrosivas.

Lo anterior, impide el acceso de las mujeres sobrevivientes a la justicia, que los agresores sean sancionados y la reparación del daño ocasionado.

Un estudio titulado “Violencia de género con ácido: Una de las manifestaciones más crueles del machismo en México”, elaborado por el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado, refiere que las entidades donde no está tipificado este delito son:

Campeche, Chiapas, Coahuila, Durango, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas.

En estos estados las lesiones que se producen con ácido u otras sustancias químicas o corrosivas se consideran simples y se castigan con poco años de prisión.

La investigación refiere que en Aguascalientes, Hidalgo, Estado de México, Nayarit, Sinaloa, Querétaro y Quintana Roo, se considera como “delito neutro”, es decir, sin tomar en cuenta que se trata de un tipo de violencia de género.

En Chihuahua y Colima las agresiones con ácido u otras sustancias químicas o corrosivas se tipifican como lesiones calificadas, mientras que Jalisco tipifica como delito autónomo las lesiones con ácido, sustancias químicas corrosivas o cáusticas.

En los estados de Baja California Sur, Guerrero, San Luis Potosí, Tlaxcala y Yucatán, las agresiones con ácido, sustancias químicas o corrosivas se consideran como agravante del delito autónomo de “lesiones cometidas contra una mujer en razón de su género”.

Asimismo, destaca que Oaxaca, Puebla, Baja California y Ciudad de México) han tipificado las agresiones con ácido u otra sustancia química o corrosiva como delito autónomo, bajo la figura de “violencia ácida”, con el impulso de la llamada Ley Malena.

La investigación del IBD destaca que el primer caso de ataque con ácido del que se tiene noticia en nuestro país, ocurrió el 9 de noviembre de 1988 en la Ciudad de México.

Resalta que a la fecha, el número de mujeres y niñas que han sido agredidas con ácido u otras sustancias químicas o corrosivas se desconoce, puesto que no hay registros y cifras oficiales lo que limita el conocimiento de su naturaleza, magnitud, gravedad y frecuencia que tiene la violencia con ácido en la sociedad mexicana.

En los últimos años, la violencia de género con ácido u otras sustancias corrosivas ha generado mayor visibilidad debido a los casos que se han salido a luz pública, causando gran indignación en diversos sectores de la sociedad mexicana, destaca el estudio.