Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 9 de julio.- Ricardo Monreal, afirmó que la ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), fue omisa en su llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador y a Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa, para dialogar sobre la reforma al Poder Judicial, porque no convocó al Poder Legislativo.
Al participar en el Cuarto Foro de los Diálogos para la Reforma del Poder Judicial, criticó que este poder se haya convertido en un “gobierno de jueces” o lo que se conoce como “criptocracia”, donde los jueces tienen
un poder desmedido sobre los otros poderes del Estado.
El coordinador de Morena en el Senado, afirmó que la criptocracia es producto de una desviación o malformación de la división de poderes, en la que el principio de equilibrio y moderación entre las ramas del gobierno es alterado por la concentración, invasión o intromisión del Poder Judicial en el funcionamiento de los otros dos.
Aseveró que “la mejor vacuna contra la criptocracia es precisamente la elección popular de los jueces, magistrados y ministros, al compartir la misma fuente de legitimidad, el voto ciudadano, los tres poderes estarían homologados”.
El político de Zacatecas se refirió al llamado de la ministra Norma Piña al presidente López Obrador y a Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa, para dialogar sobre la reforma al Poder Judicial.
Al respecto, afirmó que la presidenta de la Corte fue omisa en su planteamiento.
“Por eso, cuando ayer escuché a la ministra presidenta de exigir o plantear un diálogo al presidente de la República en funciones, al licenciado López Obrador, y a la presidenta virtual, Claudia Sheinbaum, ella omitió dirigirse y convocar a quienes nos toca decidir, al legislador. El Poder Legislativo es el órgano reformador y es quien está facultado para deliberar y para, en su caso, aprobar la reforma judicial.
El presidente de la República al presentar la iniciativa, concluyó y agotó su facultad; la presidenta virtual habrá de conducir al país y el legislador ordinario y órgano reformador hará la puntualización en la norma jurídica concreta y habrá de decidir estos y otros temas que hoy estamos dialogando. Pero, el diálogo, aquí está, el diálogo, aquí lo estamos ejerciendo”.
Recordó que el Constituyente Permanente le otorgó medios y facultades al Poder Judicial para garantizar la supremacía del Estado de derecho y plasmó figuras como el juicio de amparo, la acción de inconstitucionalidad, las controversias constitucionales y el juicio para la protección de los derechos políticos electorales.
Pero, mencionó, que no le confirió la facultad de invadir al Poder Legislativo y abrogarse facultades exorbitantes y extralimitadas.
Señaló que no se puede negar que el Poder Judicial caminó durante mucho tiempo bajo la dependencia y subordinación del Ejecutivo.
Dijo que tampoco es posible refutar que el Alto Tribunal de Justicia y una gran cantidad de sus integrantes se alojaron del sentimiento social y que en muchos casos los acompañaron ininterrumpidamente la arrogancia, el desdén y la prepotencia por el exceso de privilegios acumulados.
Acusó que debido al nepotismo, a la corrupción, al aislamiento social, el déficit de justicia se fue acrecentando en nuestra sociedad hasta que se hizo insostenible.