México, 6 de septiembre.- El presidente Andrés Manuel López Obrador, calificó como una aberración y una intromisión burda de la ministra Norma Piña, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de someter a una consulta del pleno de ministros para el proceso legislativo de la reforma al Poder Judicial.
López Obrador consideró que esta consulta no tiene fundamento legal.
“Sería una aberración y, desde luego, una violación flagrante a la Constitución el que se detenga el proceso de análisis, discusión y, en su caso, aprobación de la reforma constitucional dedicada al poder judicial, no hay ningún fundamento constitucional. Sería, pues, una arbitrariedad y esto, pues, afectaría la vida pública, afectaría, desde luego, lo que debe ser un auténtico Estado de Derecho. Sería como optar por la ley de la selva, (…) sería una intromisión burda, más que un exabrupto. No creo, por eso, que prospere ese propósito”.
Refirió que con esta situación, la Corte sólo dejas de manifiesto que no le importa la democracia ni la justicia y “sólo están pensando en sus intereses, en sus privilegios, y que son partidarios de la corrupción abiertamente”.
Confió que en la Corte reaccionen, pues recordó que en el caso del Ejecutivo tiene la facultad de presentar iniciativas de reforma a la Constitución, que “es lo que hicimos, y quien aprueba y desaprueba ese proyecto es el Poder Legislativo y el Poder Judicial no puede hacer nada”.
Llamado a senadores
López Obrador pidió a los senadores actuar con independencia y con libertad, y pongan por delante del interés personal y partidista el interés de pueblo y el interés de la nación.
Lo anterior, ante las supuestas presiones que está ejerciendo sobre los legisladores Claudio X. González, al que llamó “jefe de la mafia del poder” y defensor principal de los intereses de las minorías corruptas del país.
“Está abiertamente hablándole a los senadores para que voten en contra de la reforma”, reveló.
Afirmó que a México no le conviene mantener un Poder Judicial sometido a la delincuencia.
“El Poder Judicial está podrido, invadido por la corrupción. No se imparte justicia en beneficio del pueblo de México. Es un poder secuestrado, tomado al servicio de la delincuencia organizada y de la delincuencia de cuello blanco. Es un poder de las minorías. Está más que demostrado, aunque hay excepciones. Predomina en los jueces, corruptos, magistrados, ministros. No es posible que se defienda eso”, sostuvo.
El presidente cuestionó “¿por qué no apostar a renovar el Poder Judicial, a limpiarlo de corrupción, a purificarlo para que exista un auténtico Estado de Derecho? ¿Van a seguir defendiendo a las empresas extranjeras que vienen a saquear, a robar, a afectar la economía de los mexicanos? ¿Van a seguir representando esos intereses?”.