México, 8 de octubre.- Juan Ramón de la Fuente, secretario de Relaciones Exteriores (SRE), confió que dadas las ventajas y los beneficios que ha tenido T-MEC, su revisión en julio de 2026 podría avanzar con tersura.
Este martes, la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, ratificó el nombramiento presidencial de Juan Ramón de la Fuente Ramírez como secretario de Relaciones Exteriores (SRE).
Previamente, De la Fuente Ramírez compareció ante esta comisión ante la que presentó su plan de trabajo.
Recordó que la agenda económica con Estados Unidos y Canadá, incluye la revisión próxima del tratado.
Aclaró que se trata de “una revisión que no implica una renegociación, por ahí vamos a empezar para tratar de que logremos refrendar los términos de este acuerdo comercial, trabajando muy de la mano con la Secretaría de Economía, con las áreas sustantivas que tienen que ver en la relación comercial”.
Dijo que hasta este momento “vamos bien, considerando los tiempos, y lo que en este momento podemos hacer que es empezar a cohesionar al grupo que estará encabezando estas negociaciones para revisar, lo quiero subrayar el T-MEC, que no implica renegociar el T-MEC, y lo estamos haciendo de la mano del sector privado, con una muy nutrida participación de los organismos empresariales, que están ya desde luego participando activamente. Y por el lado del gobierno, la Secretaría de Economía señaladamente trabajando de cerca con la Cancillería”.
“Bueno, anticipamos que dadas las ventajas y los beneficios que ha tenido el T-MEC, esta pudiera ser una revisión, y esa es nuestra intención, que avance con tersura, y que no necesariamente nos genere problemas que no siendo parte de la agenda formal del T-MEC, pudieran en un momento dado traerse a la mesa y generar quizá una situación digamos que no está prevista. Pero, estamos preparados, porque sería ingenuo no estar”, señaló.
Durante su comparecencia subrayó que en “la defensa de la soberanía nacional -en este rubro permítanme reiterarles- no habrá la menor concesión bajo ninguna circunstancia”.
Lo anterior, implica también la protección integral a las comunidades mexicanas en el exterior, “defender la soberanía implica también defender los intereses y atender las necesidades de nuestros connacionales”.
Reiteró que “México ha sido y seguirá siendo país amistoso, país pacifista, por fortuna no tenemos alianzas militares que nos aten a decisiones ante situaciones de guerra, esta neutralidad de México no es indiferencia, no hay que confundir neutralidad con indiferencia, la neutralidad en la diplomacia juega papel importantísimo, sobre todo, en condiciones de conflicto”.
Aclaró que la relación con Estados Unidos es buena.
“Es nuestro principal socio comercial, nuestros vecinos, nuestros amigos, necesitamos mantener una buena relación sustentada en el mismo principio de respeto a nuestra soberanía”.
Enfatizó que “vamos a mantener el diálogo a todos los niveles, ya empezó ese diálogo con la llamada de hace unos cuantos días del presidente (Joe) Biden a la presidenta (Claudia) Sheinbaum, y ya la presidenta me dio instrucciones claras para darle seguimiento.
El seguimiento de la agenda bilateral con los Estados Unidos estará anclado en la Cancillería, como corresponde y desde ahí le daremos continuidad a los esquemas de diálogo que ya tenemos y que han funcionado como es el Diálogo Económico de Alto Nivel, el Entendimiento Bicentenario, y revisaremos aquellas otras áreas que requieren una actualización o una revisión.
Pero, será la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Departamento de Estado de los Estados Unidos los responsables de implementar los acuerdos entre los ejecutivos”.
El canciller precisó que México está preparado para que sea el republicano Donald Trump o la demócrata Kamala Harris, el o la que gane las elecciones presidenciales de los Estados Unidos en noviembre próximo.
“Estamos preparados para darle continuidad a nuestra relación con Estados Unidos, independientemente del resultado del proceso electoral. Estamos claros que habrá diferencias en un caso o en otro, y estamos preparados para atender la circunstancia que se nos presente dependiendo el resultado de las elecciones en los Estados Unidos”, explicó.
Reconoció que México esta vinculado íntimamente con América del Norte, “a través de uno de los tratados comerciales que nos ha permitido constituir en el bloque de América del Norte uno de los mercados más potentes, más dinámicos del mundo, con enormes beneficios para los tres países que lo conforman”.
Pero, subrayó que al mismo tiempo “formamos parte de la América Latina y el Caribe, donde está buena parte de nuestra identidad, de nuestra cultura, de nuestra lengua, de nuestras tradiciones, de los pueblos hermanos”.
“Necesitamos estar claramente conscientes de esta dualidad hemisférica que tiene México, que es un gran oportunidad, que también implica responsabilidades importantes”, citó.
Comentó que México no debe descuidar el mundo global y seguir fomentando sus relaciones con otras regiones del mundo como la de Asia-Pacífico y con la Unión Europea, además de que “debe seguir jugando un papel de liderazgo en el plano multilateral, México tiene un enorme prestigio en los foros multilaterales… México es un país respetado, México es un país confiable”.
Aclaró que la política exterior mexicana seguirá sustentada en los principios de autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de las controversias; la proscripción o la amenaza al uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo, el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos; y la lucha por la paz y la seguridad internacional, los cuales dijo son el eje fundamental o la brújula que orienta el trabajo de la Cancillería.
En materia de movilidad, externó que “necesitamos una gestión cada vez más eficaz del fenómeno migratorio que logre conjugar las múltiples facetas de la migración, no es una ecuación sencilla es muy compleja, pero creo que tenemos ya un modelo que es este modelo humanitario de movilidad humana que contempla todo el ciclo, el modelo reconoce que México es un país de origen, es un país de tránsito, es un país de destino y es un país de retorno, entonces a México le tocan las cuatro grandes facetas de la migración humana”.
Lo anterior, manifestó, “nos obliga a seguir profundizando en las causas estructurales de manera adecuada, hay que profundizar en la pobreza, la desigualdad, en la violencia, en el cambio climático, pero también atender el fenómeno migratorio como algo que potencialmente nos puede dar beneficios, de ahí el concepto de movilidad laboral, como parte del concepto de la movilidad humana, que reemplaza al viejo concepto de la migración”.
Recordó que México se ha convertido en uno de los países con más solicitudes de refugio, “ya tenemos cada vez más personas que buscan refugio en México, es otro nuevo reto”
Mencionó que hay que trabajar en la frontera sur, “en donde tenemos muchísimo trabajo que hacer, la frontera sur de México es un área con enormes necesidades y la idea es tratar de generar, sobre todo, en la zona del Socunusco, Tapachula, un polo desarrollo que nos ayude a contener de mejor manera con la creciente migración que llega ahí al país”.