México, 28 de enero.- La presidenta Claudia Sheinbaum, reconoció que el país ha recibido deportados de otras nacionalidades desde Estados Unidos en la primera semana del gobierno de Donald Trump, pero negó convertirse en un tercer país seguro.
“Hay comunicación permanente, coordinación, en caso de que lleguen personas de otras nacionalidades, como se ha hecho en el pasado”, declaró.
Sheinbaum hizo estas declaraciones tras recibir críticas de la oposición por informar el lunes que, del 20 al 26 de enero, en la primera semana de la presidencia de Trump, México recibió cuatro mil 94 deportados, pero no todos mexicanos.
Argumentó que ella encabeza un gobierno humanista y que en las administraciones anteriores de ambos países México ha recibido migrantes de otras nacionalidades.
“Nosotros, como mexicanos, si hay una persona extranjera en la frontera, nosotros por razones humanitarias no podemos, con -7 grados en Ciudad Juárez, no atender por razones humanitarias a las personas, y hay coordinación permanente que ha existido en el pasado, no es algo nuevo”, señaló.
La presidenta indicó que la situación de México es diferente a la de El Salvador, que negocia un acuerdo de tercer país seguro con el gobierno de Trump, que permitiría a Estados Unidos deportar ahí a migrantes de otros países, incluyendo supuestos miembros del crimen organizado.
“Sabemos que el gobierno de Estados Unidos está acordando con los distintos países de América Latina y de otras nacionalidades, y nosotros lo que tenemos es coordinación, comunicación sin subordinación”, insistió.
Además, cuestionada sobre si México recibiría aviones militares con deportados, ella respondió que “hasta ahora no ha habido eso”, pues las aeronaves han sido civiles.