México, 4 de septiembre de 2017.- Manuel Luna Calderón, director general de la subsecretaría de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía (SE), afirmó que la evolución de las renegociaciones del TLCAN mantienen previsiones favorables para la economía mexicana en 2018.
El funcionario advirtió que no se aceptará nada que implique un retroceso o un comercio administrado, ni que se diga que el acuerdo comercial ha beneficiado sólo a una de las 3 partes.
En una reunión de senadores con integrantes del Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable, Luna Calderón reiteró que el repliegue del comercio y del multilateralismo, tendría efectos adversos para economías abiertas como la mexicana.
“Lo que se busca es contar con un instrumento que sea ganar-ganar y cuyos beneficios para el país sean claros al Poder Legislativo cuando se someta a su eventual aprobación. Por ello no obstante los factores de riesgo, la evolución hasta ahora registrada del proceso de modernización del tratado, sustentan las previsiones favorables de la economía mexicana para 2018”.
Raúl Urteaga Trani, coordinador general de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Agricultura, señaló que aunque se apuesta a una modernización exitosa del TLCAN, México tiene su Plan “B” en la importación de granos básicos.
Resaltó que para el sector agroalimentario, se buscará facilitar el comercio, mejorar el acceso a los productos mexicanos y favorecer a pequeños y medianos productores.
“Nos hemos dado a la tarea de diversificar mercados de exportación. Pero, también mercados de importación, es decir, recordemos que somos compradores netos de algunos granos básicos y estamos con mucho éxito y con resultados claramente dados ya en este momento que México sí puede tener un Plan ‘B’, particularmente, en el tema de la importación de granos básicos”.
En tanto, Salvador Aguayo, coordinador de la Comisión de Comercio del Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable, pidió no temer a la posibilidad de que se cancele el TLCAN.
Expuso que la anulación del tratado abriría la posibilidad de ver al interior y reactivar la producción nacional, pues existen más de 5 millones de hectáreas abandonadas.