Bogotá, 6 de septiembre de 2017 (Notimex).- El Papa Francisco, que llegó hoy a Bogotá en visita apostólica, recibió una escultura de una paloma que simboliza la paz en Colombia, de manos del niño nacido en cautiverio Emmanuel, hijo de la congresista Clara Rojas, secuestrada durante seis años por las guerrillas de las FARC.
Emmanuel es una de las víctimas de la guerra de más de 50 años que padeció Colombia y que ha dejado más de 7.5 millones de víctimas.
La escultura, de 10 centímetros, elaborada por la artista Ana González Rojas y denominada “Plumae”, es “la visión que tenemos todos de un país sin violencia. Es una paloma hecha a mano en porcelana blanca y en sus alas están dibujadas en grafito orquídeas y flores colombianas”, en palabras de la autora.
González asegura que “la paloma es pequeña, frágil y delicada. Pero está volando hacia un mejor mañana para nuestro país, es el primer vuelo, tal vez inseguro y con miedo, pero con el alma segura que el camino es volar”.
“El mensaje de Plumae para el Papa Francisco es que las nuevas generaciones estamos empezando a ver las cosas desde arriba. No concentrados en lo cotidiano, ni en el pasado. Reconciliación con un pasado doloroso pero con la mirada hacia lo que queremos que sea Colombia en paz”, anotó González Rojas.
A su arribo, el Papa recibió los saludos protocolarios del presidente colombiano Juan Manuel Santos y su esposa Clemencia de Santos, los obispos y la cúpula ministerial del gobierno.
El Papa Francisco no fue recibido con honores militares, sino por 20 niños con chaquetas blancas, pertenecientes a una fundación, quienes lo esperaron agitando banderitas con las palabras justicia, paz, amor y fe, que Colombia desea.
El obispo de Roma abrazó con gran cariño a todos los infantes, quienes emocionados respondieron el abrazo y algunos hablaron al pontífice.
Niños y jóvenes de una zona deprimida del Valle del Cauca bailaron luego una cumbia que el Papa observaba, cuando una niña de unos cinco años de edad burló la seguridad para abrazarlo.