México, 11 de octubre de 2017.- Un saldo preliminar de 13 internos muertos, dejó este martes un motín en el penal de Cadereyta, Nuevo León.
La policía abatió a algunos de los rijosos, que previamente se enfrentaron entre sí. Los cuales de inicio secuestraron a algunos custodios.
Al mediodía de ayer un grupo de reos tomó como rehenes a tres guardias y los subió a la azotea de uno de los ambulatorios.
La autoridad estatal dialogó con los inconformes para pedirles que los liberaran, pero cuando aquella detectó que los estaban golpeando e iban a arrojarlos al vacío, utilizaron la fuerza letal y rescataron a los retenidos.
Dos internos murieron a causa de los disparos, aunque se presume que el resto pereció por una riña interna ocurrida entre los seis grupos criminales que cohabitan en el reclusorio de 4 mil reos, ubicado 30 kilómetros al oriente de Monterrey.
Los problemas iniciaron la noche del lunes, cuando un grupo de 40 internos que no puede convivir con los demás, armó una trifulca que fue controlada.
Sin embargo, por la mañana hubo otro brote violento en el que participaron más 150 reos, entre los que se encontraban los mismos que se habían manifestado la noche anterior, y fue cuando se tomó como rehenes a los custodios.
Para evitar el acceso de las fuerzas del orden, los reos colocaron cajas de comida en las puertas de la penitenciaría y les prendieron fuego.
Los mandos de Fuerza Civil dieron un plazo a los internos para que liberaran a los secuestrados, pero al ver que pretendían asesinarlos, emplearon las armas y abatieron a varios de ellos.
En la acción para sofocar el motín resultaron ocho lesionados, dos de los cuales eran policías. Uno resultó herido de gravedad, al recibir un puntillazo que le perforó un pulmón.
Los uniformados fueron agredidos con piedras y artículos “hechizos”, como barras usadas como arma contundente y “puntas”.
Un video que circula en redes sociales muestra cómo los agentes son agredidos mientras avanzan a través de un pasillo de alambrada.
Cuando entraron las fuerzas del orden al penal, los rijosos se dispersaron e ingresaron a varios ambulatorios, donde se enfrentaron a otros internos de grupos rivales, lo que provocó la muerte de los otros 11 internos. Incluso uno de ellos fue encontrado calcinado.
Las autoridades penitenciarias retomaron el control total del penal, pero se encuentran atentas para sofocar el resurgimiento de la violencia.