México, 13 de octubre de 2017.- La visita de Trudeau al Senado causó furor.
En esta vez, no hubo una reportera que le declarara su amor. Pero, si muchas mujeres que trabajan en esta cámara, que desde muy temprano buscaron el mejor lugar en el patio principal, para tomarle una foto, aunque fuera de muy lejos.
Incluso, la guapura del dignatario cautivó a la senadora del Partido del Trabajo, Layda Sansores San Román, que con su teléfono móvil le tomó varias fotografías.
Trudeau fue recibido en las escalinatas de la puerta principal de la sede de Reforma e Insurgentes, por el presidente del Senado, el panista Ernesto Cordero Arroyo.
Las salutaciones al primer ministro comenzaron con el presidente de la Cámara de Diputados, el priísta Jorge Carlos Ramírez Marín y los secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso y de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal.
Con cordialidad y sonriente también saludó de mano a los coordinadores parlamentarios del PRI, PAN, PRD, Partido del Trabajo y Verde Ecologistas y a dos invitados imprevistos, los líderes del PVEM y de Acción Nacional en la Cámara Baja, Jesús Sesma y Marko Cortés, respectivamente.
Las senadoras que lo recibieron, entre ellas, las petistas Dolores Padierna y Lorena Cuéllar, quedaron subyugadas cuando Trudeau les dio un beso la mejilla y les estrecho fuertemente la mano.
Las legisladoras vistieron sus mejoras galas. Tal fue el caso de las priístas Hilda Flores Escalera y Lidia Merodio Reza, que lucieron vestidos de reconocidos diseñadores.
En el patio principal de la Cámara de Senadores, el primer ministro de Canadá, recibió los honores a su investidura y firmó el libro de visitantes distinguidos.
En él escribió el siguiente texto: “La amistad Canadá-México está anclada en la confianza, respeto y valores compartidos. Es un gran honor para mí hoy representar al pueblo de Canadá, bajo un espíritu de asociación”. En francés y en inglés escribió ¡gracias!
Algunas mujeres que estaban en el patio, portaban pancartas de colores. Una de ellas, sobre una cartulina negra, con un corazón, que decía: ¡Justin, te amo!
Trudeau salió del salón de plenos, como llegó, ovacionado por los senadores de pie y entre aplausos.
Fue tal el furor que causó, que al salir del salón principal, las senadoras del PAN, Andrea García García, Sonia Rocha Acosta y Pilar Ortega Martínez, le cerraron el paso a Trudeau para que se tomara una “selfi” con ellas.