París, 1 de noviembre de 2017 (Notimex).- A punto de cumplirse dos años de ser decretado, el gobierno francés dio por terminado hoy oficialmente el estado de emergencia declarado a mediados de 2015 luego de los atentados en París contra restaurantes, una sala de espectáculos y el Estadio de Francia.
La medida excepcional fue decretada por el expresidente francés Francois Hollande la noche del viernes 13 de noviembre en la que fueron cometidos los ataques y su aplicación fue prolongada en seis ocasiones más hasta su abolición decidida por el actual mandatario galo, Emmanuel Macron.
En total, el estado de emergencia, que en Francia fue aplicado por primera vez durante la Guerra de Argelia de 1955, duró 719 días, 11 meses y 18 días.
El decreto facultó a la policía a realizar registros sin autorización judicial entre otras medidas excepcionales y fue acompañado de un operativo militar y policial sin precedentes de alrededor de 12 mil miembros de las fuerzas del orden desplegados por toda Francia.
En una declaración a la prensa, el ministro francés del Interior (Gobernación) Gerard Collomb, explicó este miércoles que gracias a las medidas aplicadas por el estado de emergencia se impidió la comisión de al menos 32 atentados en Francia.
Al terminar este día el estado de emergencia, entra en vigor la nueva ley antiterrorista aprobada recientemente por el Parlamento galo a propuesta del nuevo gobierno del presidente Macron que inició su mandato en la primavera pasada.
La nueva ley busca “reforzar la seguridad interior y la lucha contra el terrorismo” en Francia, de acuerdo al gobierno y mantiene algunas medidas de seguridad excepcionales adoptadas luego de los atentados de París del 13 de noviembre de 2015, en los que fallecieron 130 personas.
«Esta ley nos permitirá salir del estado de urgencia desde el primero de noviembre asegurando plenamente la seguridad de nuestros ciudadanos”, declaró recientemente el presidente francés, Emmanuel Macron.
Pero no lo piensan así algunos diputados de la derecha francesa, en concreto Eric Ciotti, del partido conservador Los Republicanos, quien consideró que la nueva ley no es suficientemente dura como para proteger a los franceses de nuevos atentados.
Según varios diputados conservadores, el nuevo texto “bajará la guardia” de la protección de los franceses frente al terrorismo que asola el país desde hace dos años.
“Para mí este texto desarma a Francia lo cual es criminal”, estimó de su lado la excandidata presidencial por el partido ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen.
También algunas asociaciones de defensa de los derechos humanos expresaron objeciones porque consideran que podría atentar contra las libertades públicas.
El texto incluye dos medidas controvertidas según los defensores de derechos humanos. En concreto la posibilidad en cualquier momento para las autoridades de arrestar en su domicilio a un individuo considerado peligroso o de realizar registros sin autorización judicial.
También permitirá reforzar los controles fronterizos, establecer un perímetro de seguridad en un lugar o evento por riesgo de atentado, el registro de individuos, vehículos y maletas así como el cierre de lugares de culto que difundan ideas que promuevan la violencia, el odio o discriminación, entre otras posibilidades.
