Nueva York, 1 de noviembre de 2017 (Notimex).- La Fiscalía del distrito sur de Nueva York presentó hoy dos cargos contra Sayfullo Saipov, el sospechoso del ataque en Manhattan que el martes dejó ocho muertos y 11 heridos.
En conferencia de prensa, el fiscal federal Joon Kim explicó que Saipov fue acusado de un cargo relacionado con dar ayuda material a la organización terrorista Estado Islámico (EI).
El otro cargo contra Saipov, de 29 años y quien emigró de Uzbekistán en 2010, se relaciona con la destrucción de un vehículo motorizado con la intención de causar daños a terceras personas.
Durante unas 20 cuadras en la parte baja de Manhattan, Saipov condujo una camioneta rentada sobre una ciclovía, en la que arrolló a más de una docena de personas.
De acuerdo con la acusación, Saipov perpetró el ataque a nombre del EI, además de que preparó la agresión durante varias semanas e incluso rentó una camioneta de la cadena de almacenes Home Depot para ensayar la ruta.
Asimismo, la acusación señaló que se encontraron en poder de Saipov declaraciones que asentaban su lealtad al EI, así como miles de imágenes relacionadas con este grupo terrorista y 90 videos que mostraban a estos militantes ejecutando a supuestos enemigos.
Entre los videos, algunos mostraban a militantes del EI arrollando a enemigos con tanques de guerra, degollándolos o disparándoles en plena cara.
A su vez, el encargado en Nueva York de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Bill Sweeney, manifestó que esta institución ya no busca a un sospechoso adicional, tal como había anunciado previamente durante la tarde del miércoles.
Sweeney destacó que la otra persona de interés en la investigación ya está en poder del FBI, por lo que retiró la alerta de búsqueda.
Respecto a las víctimas del ataque, las autoridades confirmaron que fueron cinco ciudadanos argentinos, así como una mujer proveniente de Bélgica y dos estadunidenses.
En tanto, la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, adelantó que Saipov podría ser tratado como un «combatiente enemigo», lo que le impediría gozar de las protecciones que la ley confiere a los ciudadanos estadunidenses, tales como el debido proceso.