El Cairo, 24 de noviembre de 2017 (AFP) .- Al menos 184 personas murieron y otras 125 resultaron heridas este viernes en el ataque a una mezquita por hombres armados en la región del Sinaí, al este de Egipto, según un nuevo balance suministrado por la televisión estatal.
El ataque, que no fue inmediatamente reivindicado, ocurrió en la localidad de Bir al Abed, al oeste de El Arish, capital de la provincia del Norte-Sinaí, región donde las autoridades combaten entre otros a la rama egipcia del grupo yihadista Estado islámico (EI).
Una bomba estalló en la mezquita de Rawda, antes de que los atacantes comenzaran a disparar contra las personas que asistían a la oración semanal, indicaron responsables.
Un jefe beduino que combate al grupo Estado Islámico dijo a la AFP que la mezquita es frecuentada por adeptos al sufismo, corriente mística del islam considerada como herética por el grupo yihadista.
Desde 2013 y la destitución por el ejército del presidente islamista Mohamed Morsi, los grupos yihadistas, entre ellos Estado Islámico, atacan regularmente a las fuerzas de seguridad en el norte del Sinaí. Varios policías y militares murieron en esos ataques, así como civiles.
El brazo local de EI reivindicó asimismo varios ataques contra civiles, entre ellos cristianos y adeptos al sufismo.
El grupo mató a más de 100 cristianos principalmente coptos con bombas y disparos en iglesias del Sinaí y otras partes de Egipto, obligándolos a huir de la península. En febrero, los cristianos de El Arish debieron huir en masa tras una serie de ataques violentos contra su comunidad.
El grupo EI se adhiere a la visión puritana del salafismo y considera el sufismo como herético.
Los yihadistas secuestraron y decapitaron el año pasado a un líder sufí, al que acusaron de hacer magia, y raptaron a adeptos del sufismo que luego liberaron tras haberse «arrepentido».
Los yihadistas de Al Qaida también amenazan Egipto. Este grupo opera desde Libia, en la frontera oeste del país. Un grupo llamado Ansar al Islam (partidarios del islam, en árabe) reinvindicó una emboscada en octubre en el desierto occidental egipcio en la que murieron al menos 16 policías.
Las Fuerzas Armadas respondieron con ataques aéreos a modo de represalia, matando al jefe del grupo Emad al Din Abdel Hamid, ex oficial militar muy buscado luego que se unió a un grupo afiliado a Al Qaida en el bastión yihadista libio de Derna.
El presidente egipcio decretó tres días de duelo nacional por las víctimas de la mezquita de Al Rawda.