México, 18 de diciembre de 2017.- La reforma fiscal de Estados Unidos entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2018 y no en 2019 como proponía el Senado, en esta se contempla un recorte al impuesto corporativo, con el cual dejará de recaudar alrededor de 1 billón de dólares durante los próximos 10 años.
La versión final de la reforma fiscal impulsada por Donald Trump fue divulgada el viernes pasado.
También prevé una reducción de impuestos a las empresas así como a algunas familias estadounidenses de clase media y alta.
Esta semana se realizará la votación para que el documento definitivo sea revelado.
En el documento se detalla una reducción al Impuesto sobre la Renta (ISR) que pagan empresas de 35 a 21 por ciento; aunque Trump quería que bajara a 15 por ciento y de ahí aumentarlo a 20 por ciento.
Con las medidas anteriores, Estados Unidos renunciaría a una recaudación por cerca de un billón de dólares durante los próximos 10 años.
Otro cambio al sistema tributario es la eliminación del incentivo fiscal a empresas privadas que subsidian el costo del pasaje, estacionamiento y uso de bicicleta de sus empleados, entre otros.
Con información de EL ECONOMISTA