Teherán, 1 de enero de 2018 (EFE) y (AP) .- Las protestas contra el coste de la vida en Irán continúan por quinto día consecutivo y ya se han cobrado la vida de diez personas mientras que otras 300 han sido detenidas a pesar de los llamamientos a la calma del presidente iraní, Hasán Rohaní, y de que se restringiera la actividad de las redes sociales.
Rohaní dijo hoy que los enemigos de Irán azuzaron a ciertos grupos para promover incidentes porque no toleran los «éxitos» que Irán ha obtenido con el acuerdo nuclear suscrito en julio de 2015 con el G5+1 y en sus medidas contra el terrorismo en la región.
La televisora estatal emitió imágenes de edificios en llamas y de personal de una ambulancia intentado ayudar a una persona herida en medio de una multitud de personas que gritaban. Además mostró un camión de bomberos que parecía haber sido atacado y calcinado.
La cadena explicó más tarde que seis personas murieron en la localidad occidental de Tuyserkan, a 295 kilómetros (185 millas) al suroeste de Teherán, y otras tres en Shahinshahr, a 315 kilómetros (195 millas) al sur de la capital, pero no especificó dónde se registró la última víctima mortal.
Antes el lunes, la agencia de noticias semioficial ILNA dijo que dos personas fallecieron en Izeh el domingo en la noche citando a Hedayatollah Khademi, representante de la localidad.
La causa de los decesos se desconocía por el momento, explicó el funcionario. Muchos residentes en Izeh, a unos 455 kilómetros (280 millas) al suroeste de Teherán, tienen rifles de caza en sus casas.
Irán bloqueó el domingo el acceso a Instagram y a la aplicación de mensajería Telegram, utilizada por los activistas para organizarse. El presidente del país, Hasán Ruhani, reconoció el malestar de la población por la mala situación económica de la República islámica, aunque él y otros advirtieron que el gobierno no dudará a la hora de reprimir las protestas si consideran que incumplen la ley.