Londres, 18 de enero de 2018 (Notimex).- El gobierno británico designó a una ministra que se encargará de enfrentar el problema de la soledad, que por sí misma puede ser mortal y además abre la puerta a otros tipo de enfermedades.
Se trata de un problema que ha ido creciendo de manera silenciosa en las pasadas tres décadas, con tasas que se han duplicado a la fecha desde los años 80 del siglo pasado.
La soledad es una creciente epidemia de salud, señala Vivek H. Murthy, ex cirujano general del gobierno estadunidense de 2014 a 2017, en un artículo para la Harvard Business Review.
En mis años de consulta, la patología más común que enfrente no fueron afecciones cardiacas o diabetes, sino soledad, revela en su artículo.
Precisa que halló que con frecuencia en el fondo de síntomas clínicos se encontraba la soledad, la cual contribuía a la enfermedad y la hacía más difícil de sanar.
La soledad y las conexiones sociales débiles equivalen a una reducción en la esperanza de vida similar a fumar 15 cigarrilos diarios, y aún más si está asociada a la obesidad, agrega Murthy.
Pero no nos hemos enfocado en fortalecer las conexiones entre la gente como sí lo hacemos para reducir el consumo de tabaco o la obesidad, advierte el especialista.
Añade que también está vinculada a riesgo de enfermedad cardiovacular, demencia, depresión y ansiedad.
En el plano laboral reduce la eficiencia, limita la creatividad y afecta otros aspectos de la función ejecutiva como el razonamiento y la toma de decisiones, indica Murthy.
En Reino Unido la actual primera ministra, Theresa May, designó a Tracey Crouch ministra de la Soledad, la primera con ese cargo, y adelantó que este año se publicará una estrategia para su combate que involucrará a todas las áreas gubernamentales.
Datos del gobierno británico recopilados en 2015, mostraban que 11 por ciento de los ancianos tenían menos de un contacto mensual con amigos, familiares o vecinos.
El nombramiento y la cruzada que ha empezado el gobierno británico retoma el trabajo de la parlamentaria laborista Jo Cox, quien el 16 de junio de 2016 fue asesinada a plena luz del día por un simpatizante de la extrema derecha con problemas mentales.
Cox, la primera parlamentaria británica asesinada en 26 años, laboró en Oxfam cuyo centro de atención es la pobreza, y habia iniciado una campaña contra la soledad.
De acuerdo a ese trabajo, en Reino Unido nueve millones de británicos adultos sufren de problemas constantes de soledad.