Lima, 19 de enero de 2018 (Notimex).- La corrupción es un “flagelo social” que supone un “virus” para América Latina que lo “infecta todo”, señaló hoy el Papa Francisco en su discurso ante el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, sobre quien pesa la sospecha de haber recibido coimas de la constructora brasileña Odrebecht.
“Cuánto mal le hace a nuestros pueblos latinoamericanos y a las democracias de este bendito continente este virus social”, dijo el Papa en su alocución en el patio de honor del Palacio de Gobierno, en Lima, a donde llegó la tarde de este viernes, tras una intensa jornada en la ciudad amazónica de Puerto Maldonado.
“Esta lucha nos compromete a todos”, aseveró el pontífice, que instó a una “mayor cultura de la transparencia entre entidades públicas, sector privado y sociedad civil”, además de mencionar a las “organizaciones eclesiásticas”.
“Perú debe ser un espacio de esperanza, pero para todos, no para unos pocos”, agregó, antes de recibir los aplausos de las miles de personas reunidas en el centro de la capital peruana para recibir al líder de la Iglesia Católica.
El mensaje del Papa se produce en un continente azotado por los escándalos de corrupción que han puesto en jaque a líderes históricos como Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil, así como el propio Kuczynski en Perú.
El presidente peruano no solo es sospechoso de haber recibido 782 mil dólares de Odebrecht por medio de su consultora Westfield Capital, cuando era jefe de gobierno del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), sino que se encuentra en una grave crisis de gobierno como consecuencia del polémico indulto presidencial al exmandatario Alberto Fujimori.
Kuczynski logró sobrevivir hace unas semanas a un pedido de apertura de juicio político, pero la prensa y buena parte de la opinión pública cree que para lograr el apoyo de parlamentarios de la oposición tuvo que dar el indulto a Fujimori, preso por el asesinato de 25 personas perpetrado por un escuadrón de la muerte.
Desde entonces, su mandato ha quedado gravemente debilitado, y el país dividido por la decisión presidencial, por lo que el gobernante peruano pidió este viernes en su discurso ante Francisco que “dé un empujón hacia la paz y el diálogo” con su visita.
“El diálogo y la paz son fundamentales para que ciudadanos de un país se sientan mejor”, aseveró Kuczynski, quien comparó el Perú de hace tres décadas –cuando fue visitado por el entonces Papa Juan Pablo II- con el contemporáneo.
En 30 años “se han ido cicatrizando las heridas del pasado, pero es un proceso que no es nada fácil, es un proceso que está en plena marcha”, dijo.
Aunque ya lo hizo en la mañana, en la ciudad de Puerto Maldonado, en la selva suroriental de Perú, el Papa quiso renovar en Lima su mensaje de preservación de la Amazonia, los pueblos indígenas y la dignidad humana de los más desfavorecidos.
“La degradación del medioambiente no se puede separar de la degradación moral”, aseguró, antes de evocar nuevamente la minería ilegal, la trata de personas y la destrucción de la biodiversidad.
Tras los dos discursos, ambos líderes se retiraron para una visita privada, y está previsto que Jorge Bergoglio concluya este viernes su maratónica jornada con un encuentro privado con los miembros de la Compañía de Jesús.
Mañana sábado, el Papa viajará a Trujillo, en el norte de Perú, donde celebrará una misa multitudinaria a las 10:00 horas locales (17:00 GMT) en la explanada de la playa de Huanchaco y, posteriormente, realizará un recorrido de unas dos horas y media en el papamóvil por el barrio “Buenos Aires”, de la ciudad peruana.
También mantendrá un encuentro con sacerdotes y religiosos de las circunscripciones eclesiásticas del norte del Perú en la tarde, antes de salir a las 18:15 horas locales (23:15 GMT) hacia Lima, para descansar y prepararse para el domingo, último día de agenda oficial en América Latina.