Miguel Barbosa y Dolores Padierna se reconcilian

México, 8 de febrero de 2018.- Lo impensable fue posible, en su adiós del Senado, Miguel Barbosa se reconcilió con Dolores Padierna a la que le disputó hace casi un año la coordinación del grupo parlamentario del PRD.

El político poblano dejó su escaño para buscar el gobierno de Puebla por Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, precandidato a la Presidencia de México, al que en el pasado calificó de soberbio.

En una despedida emotiva, Barbosa reconoció que gracias al Partido de la Revolución Democrática fue senador y después coordinador parlamentario y, que gracias al Partido del Trabajo, que lo acogió después de renunciar al sol azteca, hoy es candidato a gobernador.

“Hoy me separo de este Senado, pido licencia al cargo. Mi paso por el Senado ha sido una de las épocas más hermosas de mi vida. (…) Debo agradecer al PRD que me haya propuesto primero como candidato a senador y ya electo y en funciones, como coordinador parlamentario. (…) Me van a recordar en mi silla de ruedas o en mi scooter eléctrico. Ahí les encargo que no se aburran.

(…) Quiero gobernar mi estado, el estado de Puebla, me siento fuerte, me siento digno para hacerlo. (…) Senadoras y senadores de la República, los ¡quiero mucho!”.

La ex coordinadora del PRD y hoy senadora del Partido del Trabajo-Morena, Dolores Padierna, se conmovió con la carta de despedida que Barbosa leyó en tribuna.  La legisladora le deseó éxito en su nuevo derrotero y así zanjaron las diferencias que tuvieron por el liderar al sol azteca en la Cámara Alta.

“Senador Barbosa, quiero en primer lugar agradecer la carta que leyó en tribuna, es muy bonita y muy sentida, también sencilla. Quiero decirle que cuando usted fue coordinador y yo vicecoordinadora hicimos un equipo muy profesional, muy serio, pensando en nuestro país. Le felicito por esa actitud siempre responsable con México, el día de hoy que toma un nuevo camino, le deseo el mayor de los éxitos”.

El pleno le concedió la licencia que solicitó para separarse de su cargo por tiempo indefinido.

Celebró haber sorteado la muerte, no así, recordó el caso de Alonso Lujambio Irazábal, senador del PAN o de Manuel Camacho Solís, del PRD y otros compañeros suyos que no corrieron con la misma suerte.

A sus compañeros de pleno les ofreció su casa, para que la visiten como la suya. “¡Mi casa, es su casa! ¡Mi familia, su familia! Senadores, los quiero mucho”, expresó emocionado.

Antes de abandonar su escaño, el político poblano presentó dos iniciativas, para expedir la Ley General de Propaganda Oficial y la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos.

Durante su despedida, Miguel Barbosa estuvo acompañado de su fiel compañera de vida, Rosario, su esposa.

Agradeció a los coordinadores del PRI, Emilio Gamboa; del PAN, Ernesto Cordero, a quien se refirió como “mi hermanito”, Jorge Luis Preciado y Fernando Herrera y a Carlos Puente, líder del Partido Verde.

Pero, Barbosa no se despidió de Luis Sánchez Jiménez, coordinador del PRD, con quien guarda profundas diferencias políticas e ideológicas.