Seúl, Corea del Sur, 6 de abril de 2018 (AP) — La expresidenta de Corea del Sur Park Geun-hye fue declarada culpable el viernes de cargos derivados de un caso de corrupción y sentenciada a 24 años de prisión. El fallo llega un año después de su destitución y posterior detención a raíz del escándalo, que provocó meses de protestas multitudinarias exigiendo su renuncia.
La condena, sobre la que cabe recurso, es el último paso en la dramática caída de la primera mandataria de la nación asiática, que se crió en el palacio presidencial como hija de un exdictador y llegó a fungir de primera dama tras el asesinato de su madre. La dureza de la condena podría agravar las divisiones en un país que sigue intentando abordar las consecuencias de su mayor escándalo político en años.
Park, que en su día fuera el ojo derecho de los conservadores, fue apodada «Reina de las elecciones» por la prensa local por sus éxitos en ajustadas carreras electorales que terminaron con los comicios presidenciales en 2012. Tiene todavía un pequeño grupo de férreos defensores que se manifiestan habitualmente para demandar su liberación.
La expresidenta, de 66 años, sostiene que víctima de una «venganza política» y se ha negado a presentarse ante la corte desde octubre. Alegando una enfermedad que no se relevó públicamente, tampoco acudió a la sesión del viernes.
En un veredicto televisado para toda la nación, la Corte Central de Distrito de Seúl condenó a Park por soborno, extorsión y abuso de poder, entre otros cargos.
«Es inevitable que la acusada sea estrictamente responsable de sus delitos, aunque solo sea para evitar el desafortunado caso de que (un presidente) abuse del poder otorgado por el pueblo y cause el caos en asuntos de estado”, dijo el magistrado Kim Se-yun.
Según Kim, Park no ha mostrado remordimiento alguno por sus actos y siguió derivando la responsabilidad a otros con “excusas poco convincentes”.
Además de la pena de cárcel, Park fue sancionada con una multa de 18.000 millones de wones (16.800 millones de dólares), apuntó Kim.
Tanto la expresidenta como la fiscalía tienen una semana para apelar la sentencia. Park ha defendido su inocencia previamente mientras que la fiscalía solicitó el pasado febrero una condena de 30 años de cárcel.
El abogado de la exmandataria, Kang Cheol-gu, dijo que la pena de 24 años de cárcel era “muy mala” y señaló que el equipo legal decidirá sobre el recurso una vez confirmen la disposición de Park a presentarlo.
La corte de Seúl condenó a Park por colaborar con Choi Soon-sil, su confidente desde hacía años, para presionar a 18 grupos empresariales para que donasen un total de 77.400 millones de wones (72.300 millones de dólares) para la puesta en marcha de dos fundaciones controladas por Choi. Las dos mujeres fueron halladas culpables también de aceptar sobornos de algunas de esas compañías, incluyendo más de 7.000 millones de wones (6.500 millones de dólares) de Samsung a cambio del apoyo del gobierno para una transición tranquila en su liderazgo.
Según el tribunal, Park trabajó con altos cargos de su gobierno para poner en una lista negra a artistas críticos con el gobierno y negarles el acceso a programas de asistencia estatal. La exdirigente fue condenada también por pasar documentos presidenciales con información sensible a Choi a través de uno de sus asesores.
El escándalo derivó en detenciones, procesamientos y condenas a docenas de funcionarios gubernamentales y líderes empresariales de alto perfil. Choi cumple una sentencia de 20 años de cárcel; el heredero de Samsung Lee Jae-yong fue condenado inicialmente a cinco años de prisión aunque la pena quedó suspendida en una apelación, y el presidente de Lotte, Shin Dong-bin, fue sentenciado a dos años y medio de reclusión.
Cientos de seguidores de Park se congregaron en las inmediaciones de la corte de Seúl desde horas antes de la lectura del fallo, ondeando banderas surcoreanas y de Estados Unidos con carteles que decían, entre otras cosas: «Liberen de inmediato a la inocente presidenta Park Geun-hye» y «Paren la venganza política”.