México, 9 de mayo de 2018.- La mejor cárcel que no está bajo el autogobierno de los presos, en la que no se realizan actividades ilícitas, hay inexistencia de cobros, es decir, extorsión y sobornos y cuenta con actividades educativas y deportivas para sus internos, es el Centro Estatal de Reinserción Social de San Miguel de Allende, Guanajuato.
Esta evaluación se desprende del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2017 que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) entregó a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en la que esta prisión obtuvo la más alta calificación del país con 8.59 puntos.
En este centro penitenciario no existe el hacinamiento pues de una capacidad para 291 internos, sólo tiene 276. Posee servicios para procurar la salud, hay una supervisión del funcionamiento del centro por parte de su titular.
Cuenta con programas para la prevención y atención de incidentes violentos; además de medidas preventivas para evitar la violación a derechos humanos y de atención en caso de detección.
Tiene condiciones materiales y de higiene para alojar a las personas privadas de la libertad, los mismos estándares se mantienen en las áreas médica, de cocina y comedores.
Esta prisión cuenta con atención a personas adultas mayores, a personas que viven con VIH-Sida y a personas LGBTTI.
En contraparte, la peor prisión con una calificación de 4.15 puntos, es el Centro de Rehabilitación Social “Venustiano Carranza” ubicado en el estado de Nayarit.
Tiene una sobrepoblación de 1, 194 internos. Su capacidad es para 960 presos: 840 hombres y 120 mujeres. Actualmente, hay 2 mil 38 hombres y 116 mujeres.
Posee deficientes servicios de salud, hay presencia de actividades ilícitas, así como de extorsiones y sobornos, insuficiencia en el personal de seguridad y custodia, falta de condiciones de higiene, carencias en la alimentación. Además, de la existencia de un autogobierno o cogobierno.
Del Diagnóstico Nacional se desprende que las cárceles de Guanajuato y Querétaro son las mejor evaluadas con una calificación de 8.19 y 8.13 respectivamente.
El Top Ten de las prisiones con las peores calificaciones lo integran en orden ascendente: Nayarit con 4.15; Guerrero con 4.22; Tamaulipas con 4.71; Hidalgo con 4.80; Nuevo León con 5.02; Quintana Roo con 5.03; Baja California Sur con 5.09; Zacatecas con 5.52; Tabasco con 5.59 y Sinaloa con 5.64.
Con calificaciones mayores a 6 pero menores a 8 están: Chiapas con 6; Veracruz con 6.02; Oaxaca con 6.03; estado de México con 6.31; Puebla con 6.39; Michoacán con 6.48; Sonora con 6.49; San Luis Potosí con 6.55.
Le siguen Durango con 6.62; Yucatán con 6.81; Ciudad de México con 6.88; Morelos con 6.91; Jalisco con 6.96; Tlaxcala con 6.99; Colima con 7.09; Chihuahua con 7.35; Baja California con 7.35; Aguascalientes con 7.61 y Coahuila con 7.74.
El promedio de calificación de los centros de readaptación social del país es de 6.30 puntos.
