La Habana, 9 de mayo de 2018.- Sumida en la tristeza y conmoción, Cuba comenzó el sábado el doloroso trabajo de identificación de las 107 víctimas de un accidente aéreo que estremeció a La Habana, y cuyas causas aún son materia de investigación.
El Boeing 737-200 se estrelló al mediodía del viernes cuando acababa de despegar desde el aeropuerto internacional de la capital cubana hacia Holguín (este), con 110 personas a bordo: 104 pasajeros, en su mayoría cubanos -según la prensa estatal- y seis tripulantes mexicanos.
La nave cayó sobre un campo de cultivo y se hizo pedazos. El accidente dejó solo tres pasajeros sobrevivientes «en estado crítico», todas mujeres. Aún no se detalló qué pudo haber causado que el avión se estrellara cuando realizaba un viraje para continuar su rumbo.
Las autoridades no han precisado si se encontraron las cajas negras. Una conferencia de prensa programada en el aeropuerto el sábado a las 15H00 locales (19H00 GMT) podría proporcionar algunas aclaraciones.
– Investigaciones en marcha –
«Se ha creado ya una comisión por parte del Ministerio de Transporte para investigar los hechos», dijo el viernes a la prensa el nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Su antecesor de 86 años, Raúl Castro, quien acaba de ser operado de una hernia, dio instrucciones y envió «las condolencias a los familiares de las víctimas del catastrófico accidente».
La Dirección General de Aeronáutica Civil de México anunció el envió el sábado a Cuba de un equipo de especialistas para colaborar en la investigación.
El avión que utilizaba la estatal Cubana de Aviación lo alquilaba de la mexicana Damojh (Global Air), bajo la modalidad de «arrendamiento húmedo», que ofrece además tripulación completa: usualmente dos pilotos, tres azafatas y un técnico.
Por su parte, la firma Boeing dijo en un comunicado que un equipo técnico «está listo para ayudar, según lo permitido por la legislación de Estados Unidos y bajo la dirección de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EEUU, a las autoridades cubanas».
Fabricado en 1979, según el gobierno mexicano, el avión había superado su última revisión en noviembre de 2017.
– Dolorosa identificación –
Varios familiares de las víctimas que residían en Holguín (670 km al este de la capital) fueron trasladados a La Habana para identificar los cadáveres.
En la puerta del Instituto de Medicina Legal de la capital, unos cuarenta familiares aguardaban con serenidad ser llamados para pruebas de ADN. La policía cerró la calle principal donde se encuentra el recinto, para facilitar el tránsito peatonal.
Ignacio Ramírez, de 46 años, cuenta que perdió a su primo Carlos Santos, de 22. «Él vino a La Habana a buscar a una novia que había llegado de México, y volaba a Holguín», explicó. La madre de Carlos, que reside en Estados Unidos, viajó a Cuba y ya había ingresado al instituto para la toma de muestras.
«Nos dijeron que hay que esperar. Todavía no lo han identificado, ahora le tomaron la muestra para el ADN», detalló Ramírez a la AFP.
Por su parte, Jorge Leiva, de 48 años, cuenta que su esposa Elsa Buitrago perdió a cuatro familiares en el vuelo: la madre, la hermana, un cuñado y una sobrina, todos residentes en Holguín. «Todavía no han identificado los cadáveres. No nos han dicho nada en concreto», explicó.
– Estables dentro de la gravedad –
A falta de publicación de la lista oficial de pasajeros, la incógnita continuaba el sábado sobre el número exacto de extranjeros a bordo del avión, además de la tripulación mexicana.
Por ahora, solo el gobierno argentino ha confirmado la muerte de dos de sus nacionales en el accidente.
A través de una carta, el papa Francisco expresó sus condolencias y se mostró «vivamente apenado» por del accidente. Además ofreció «sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, a la vez que manifiesta su cercanía a los heridos».
En tanto, en el hospital Calixto García de La Habana, las tres mujeres sobrevivientes seguían siendo motivo de preocupación.
«Por el momento es un pronóstico reservado y su estado es de peligro», dijo el viernes a la televisión cubana el médico Carlos Martínez, director del hospital.
Otra fuente médica dijo a la AFP que en algunos casos se necesitaron de hasta ocho cirugías para salvar a una paciente. Este sábado, la misma fuente aseguró que las pacientes continuaban «estables dentro de su gravedad».
En Ciudad de México, los familiares de los miembros de la tripulación también estaban en conmoción y eran atendidos por Global Air. «Ellos nos apoyan, nos ayudarán con los pasaportes para ir al lugar», dijo a periodistas Alejandro López, hermano del fallecido técnico Marco Antonio López Pérez.
El más reciente accidente aéreo en Cuba ocurrió el 29 de abril de 2017, cuando un avión de transporte de las Fuerzas Armadas se estrelló con ocho militares a bordo. El AN-26 de fabricación rusa chocó con una pequeña montaña, a unos 90Km al oeste de La Habana.
Un avión de la aerolínea cubana Aerocaribbean cayó a tierra el 4 de noviembre de 2010, con 68 personas a bordo, de ellos 28 extranjeros, cuando cubría la ruta entre la oriental ciudad de Santiago de Cuba y La Habana. No hubo sobreviviente. (Con Información de La Jornada)