Londres, 4 de junio de 2018 (Notimex).- Los servicios de inteligencia británicos frustraron un ataque terrorista en el Museo Británico que incluía la detonación de granadas y armas de fuego.
Un tribunal londinense encontró culpable a la adolescente de 18 años, Safaa Boular, de planear el ataque junto con el combatiente del Estado Islámico Naweed Hussain, quien falleció el año pasado.
El fiscal Duncan Atkinson afirmó que el ataque estaba destinado a causar el mayor número de muertes y heridos. “Este hubiera sido un ataque que por lo menos hubiera causado pánico generalizado, pero que estaba intencionado para infringir heridas graves y causar muertes”.
Boular es la persona más joven en ser sentenciada en Reino Unido por la planeación de ataques terroristas. También fue hallada culpable de intentar viajar a Siria para unirse a las filas del Estado Islámico desde donde planearía los actos terroristas en esta ciudad.
La adolescente se radicalizó en 2015 después de los ataques terroristas en París, y conoció a Hussain a través de Instagram. Meses después la pareja islamista contrajo matrimonio de larga distancia a través de internet. Hussain fue abatido en Siria en 2017 y Boular prosiguió con sus planes terroristas.
Cuando fue arrestada en 2017, la adolescente pasó la batuta a su hermana mayor, Rizlaine Boular, de 22 años de edad, quien continuó con la planeación del ataque.
En conversaciones telefónicas intervenidas por los servicios de inteligencia MI5, las hermanas Boular se referían al ataque como “el té de Alicia en el País de las Maravillas”.
La policía intervino realizando una redada en la que Rizlaine fue herida de bala y arrestada por los uniformados. Rizlaine se declaró culpable de planear un ataque en la capital británica y su madre Mina Dich de ser su cómplice. Ambas serán sentenciadas en las próximas semanas.
Esta es la primera vez que la policía desmantela un ataque terrorista en el que las que los planean son tres mujeres: una madre y sus dos hijas. El complot terrorista fue descubierto tras meses de investigación por parte de los servicios de inteligencia y la Policía Metropolitana Scotland Yard.