México, 6 de junio de 2018.- El secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, dijo que en este momento la tortura no es el gran problema de México sino las desapariciones de personas.
«Desde luego cualquier llamado de un organismo de derecho internacional hay que escucharlo; en este momento traemos problemas como las desapariciones, como la violencia inusitada, no la extracción de una confesión por tortura», dijo al término de la ceremonia del sorteo De Diez, en homenaje al doctor Jorge Carpizo McGregor, fundador – hace 28 años- de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En el mensaje central – y luego en comentario ante la prensa- el secretario de Gobernación recordó lo que a su juicio es el principal legado de su mentor:
«Que jamás, por motivación alguna, por interés o por pragmatismo, hay que salirse del marco constitucional. Ese es tu gran defensa como servidor público , mientras actúas apegado a la ley eres fuerte, cuando te alejas por motivo alguno es un espejismo del qué vas a salir muy mal».
Vivimos en un país más complejo y por lo tanto más grande, y sus instituciones son mucho más grandes que sus problemas , subrayó.
En 1989 y 1990, génesis de la CNDH, en un proyecto elaborado por Carpizo (ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México y secretario de Gobernación), el principal reclamo en materia de derechos era el abuso de la Policia Judicial Federal y las policías locales, así como el asesinato de la periodista Norma Corona.
Hoy, abundó, Navarrete es prioridad revisar el sistema de justicia que no ha terminado de consolidarse.
«Hoy hablamos de un ambiente de violencia y de la necesidad de reorientar los esfuerzos de la policía civil en las tareas de seguridad pública, de revisar el papel específico que tienen las policías municipales en la tarea del combate al crimen», y cuya iniciativa de reforma tiene años en el Congreso de la Unión.
Al inicio de la ceremonia fue difundido el mensaje del presidente de la CNDH, Raúl González Perez, a través de un video, en el cual manifestó que la herencia de Carpizo, hacia este organismo, es su independencia .
El ombudsman dijo que hace 29 años los derechos humanos eran, para buena parte de nuestra sociedad, una cuestión lejana y desconocida.
El ejercicio del poder y la relación entre la autoridad y los gobernados se entendía sujeto a esquemas y modelos en los que el abuso o el exceso se percibían como inherentes a las funciones de autoridades.
Hoy, a 28 años de distancia, los derechos humanos están constitucionalmente reconocidos como el eje de toda acción de gobierno y su respeto consignado como una obligación para todas las autoridades, señaló.
En este contexto, dijo González Perez, el elemento esencial que permitió que la CNDH se consolide a lo largo de estas casi 3 décadas, ha sido uno que definió desde un primer momento el Doctor Jorge Carpizo y que, hasta esta fecha, rige el desempeño de sus funciones: el que su actuación tenga independencia del gobierno, de los partidos políticos y de otras organizaciones políticas y sociales.
«Aún antes de que una reforma Constitucional reconociera su carácter autónomo de otros Poderes y autoridades, el primer Presidente de este Organismo Nacional cimento su credibilidad al ejercer una independencia, tanto de criterio como de acción, que definió las características de la CNDH como un instrumento flexible y antiburocrático, en que la sociedad mexicana puede confiar, para combatir la arbitrariedad, la impunidad y la injusticia». (Con Información de La Jornada)