Buenos Aires, 15 de junio de 2018 (Notimex).- La selección argentina de futbol debutará mañana sábado contra su similar de Islandia en el Mundial Rusia 2018, después de haber enfrentado varias polémicas que provocaron tensiones diplomáticas con Israel y El Vaticano, a lo que se sumaron problemas para completar el equipo.
El equipo, dirigido por Jorge Sampaoli y capitaneado por Lionel Messi, batalló para concentrarse en su preparación rumbo a la Copa del Mundo por cuestiones políticas, más que deportivas.
Los problemas incluyeron enfrentamientos con Claudio “Chiqui” Tapia, el presidente de la Asociación del Futbol Argentino (AFA), que está en el centro de las críticas por la manera en que ha pretendido usar a la selección nacional.
La primera controversia estalló el 5 de junio pasado, cuando el vocero del Vaticano, Greg Burke, pasó de celebrar la confirmación del encuentro de la nacional argentina con el Papa Francisco, a anunciar su cancelación sin mayores explicaciones de por medio.
“El Papa Francisco recibirá a la selección argentina de futbol mañana a las 15:30 (hora Roma) en Casa Santa Marta”, anunció el funcionario papal en las redes sociales.
Una hora y media más tarde Burke escribió: “Actualización: la audiencia del Papa con la selección argentina prevista para mañana ha sido desconvocada. Les esperamos con alegría cuando vuelvan con la Copa!”.
El Papa Francisco, quien es un fervoroso hincha de futbol y devoto del club Racing, había anticipado desde el 9 de mayo pasado, durante una entrevista televisiva, que recibiría a la selección de su país antes de que llegara a Rusia.
Lo más grave fue que el mismo día de la cancelación de la cita con el pontífice, el equipo suspendió también el partido que iba a sostener con Israel, y que sería su último amistoso previo al Mundial.
Los jugadores se negaron a disputar un encuentro en medio de la tensión política que generó la dirigencia del futbol israelí al cambiar la sede del partido a Jerusalén, lo que provocó reclamos del gobierno palestino y protestas en los entrenamientos de Argentina en Barcelona.
El conflicto tuvo tanto impacto que incluso el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se comunicó con el presidente de Argentina, Mauricio Macri, para que convenciera a su selección de jugar el partido, pero fue imposible convencer al equipo.
En medio de estos problemas extrafutbolísticos, el técnico Sampaoli enfrentó la lesión de último minuto del mediocampista Manuel Lanzini, quien se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha en el entrenamiento que el seleccionado sostuvo en Barcelona en su camino al Mundial.
Finalmente, el elegido fue Enzo Pérez, jugador del River Plate, que tuvo que viajar de emergencia para comenzar a acoplarse al equipo.
En la primera fase mundialista Argentina jugará contra Islandia, Croacia y Nigeria, y aunque son considerados rivales “fáciles”, los albicelestes se niegan a dar por sentado su pase a los octavos de final.