Washington, 30 de junio de 2018 (AP) .— Vestían de blanco, agitaban puños en el aire, portaban carteles que decían “No más niños en jaulas” y “¿Qué sigue? ¿Campos de concentración?
En las principales ciudades y pequeñas localidades, cientos de miles de personas protestaron el sábado en Estados Unidos, conmovidas por los relatos sobre niños separados de sus padres en la frontera con México, en el acto de resistencia más reciente contra las políticas de inmigración de Donald Trump.
Los inconformes escenificaron más de 700 marchas en diversas ciudades, desde las amigables para los inmigrantes como Nueva York y Los Ángeles, hasta las conservadoras ubicadas en la región de los Apalaches y en Wyoming. Muchos se reunieron frente a la estación de la Patrulla Fronteriza en McAllen, Texas, cerca de un centro de detención donde menores migrantes eran mantenidos en jaulas, y en la esquina de una calle cerca del centro de golf de Trump en Bedminster, Nueva Jersey, donde el mandatario pasa el fin de semana.
Trump ha dado marcha atrás a la separación de familias en medio de intensas críticas bipartidistas e internacionales. Debido a la “política de tolerancia cero”, funcionarios separaron a más de 2.000 menores de sus padres que ingresaron en forma ilegal en el país después de huir de la violencia, la persecución o las dificultades económicas en sus países de origen.
Los participantes en las movilizaciones exigieron al gobierno que reúna con rapidez a las familias inmigrantes separadas.
Una madre brasileña separada de su hijo de 10 años hace más de un mes tomó la palabra en una manifestación en Boston.
“Vinimos a Estados Unidos en busca de ayuda, jamás imaginamos que esto sucedería. Así que ruego a todos que por favor liberen a estos menores, que me devuelvan a mi hijo”, dijo la mujer mediante un intérprete mientras lloraba.
“Por favor luchen y continúen luchando, porque ganaremos”, afirmó.
En Washington D.C., unas 30.000 personas se congregaron en el parque Lafayette, enfrente de la Casa Blanca, en lo que sería la protesta más grande de la jornada, según previsiones, y duró varias horas bajo un sol intenso. Los bomberos lanzaron agua atomizada hacia la multitud para refrescar a las personas.
Lin-Manuel Miranda, creador del musical “Hamilton”, dedicó una canción de cuna a los padres imposibilitados de cantarla a sus hijos. La cantautora Alicia Keys leyó una carta escrita por una mujer a la que le quitaron al hijo en la frontera.
“Es inquietante. La separación de las familias, los niños en jaulas”, dijo Emilia Ramos, que trabaja en limpieza en el distrito, mientras se esforzaba por contener las lágrimas durante la concentración. “Es emotivo ver a todos unidos por esta causa.
A su alrededor, miles agitaban carteles y algunos decían “Me importa”, en referencia a la chaqueta que la primera dama Melania Trump traía puesta cuando visitó a niños migrantes. Su chaqueta decía en la espalda “Realmente no me importa, ¿a ti?” y ese mensaje se convirtió en un clamor en las manifestaciones del sábado.
“¡Me importa!”, decía la playera de Joan Culwell en una manifestación en Denver.
“¡Nos importa!” gritaban los manifestantes afuera del Ayuntamiento en Dallas. Michelle Wentz, la organizadora, dijo que la oposición a la barbárica e inhumana” política parece haber cruzado líneas partidistas.