Maduro suprime cinco ceros a moneda venezolana

Caracas, 26 de julio de 2018 (Notimex).- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que el 20 de agosto entrará en vigencia una reconversión monetaria que suprimirá cinco ceros al bolívar, la moneda nacional.

El gobernante decidió posponer por 16 días la reconversión prevista inicialmente para el 4 de agosto y que en lugar de suprimirle tres ceros al bolívar fuerte, le eliminará cinco, a fin de simplificar las transacciones cotidianas.

La reconversión había sido fijada para el 4 de agosto, con la supresión de tres ceros, al rechazar un pedido de los banqueros que querían más tiempo para adaptar sus sistemas a la nueva familia de billetes.

Maduro anunció la nueva fecha dos días después que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimara que la inflación en Venezuela será de un millón por ciento a fines de este año.

Con la medida, un millón de bolívares fuertes pasarán a ser 10 bolívares soberanos. Actualmente el dólar se cotiza en el mercado negro en 3.500.000 de bolívares fuertes, que pasarán a ser 35 bolívares soberanos.

En una reunión con ministros del área económica en la casa de gobierno, Maduro señaló que a partir del 20 de agosto entrará en vigencia una nueva familia de billetes, que sustituirán a los actuales, que son de 500, mil, dos mil, cinco mil, 10 mil, 20 mil y 100 mil bolívares fuertes.

En la nueva denominación, el billete de mayor valor actualmente, de 100 mil bolívares, será de un bolívar soberano.

Con los nuevos billetes de dos, cinco, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 bolívares soberanos, circularán también monedas de 50 centavos y de un bolívar.

“Desde hoy se iniciarán las reuniones con la banca nacional para discutir los aspectos técnicos de la nueva política monetaria. Va arrancar el próximo 20 de agosto de manera definitiva con la circulación y emisión del nuevo bolívar soberano”, señaló.

Agregó que la nueva moneda va a tener una nueva modalidad de anclaje a la criptomoneda oficial Petro.

Maduro anunció la reconversión en marzo para entrar en vigencia en junio, pero la banca pidió al menos tres meses para adaptar sus sistemas. Maduro sólo aceptó dos meses.