México, 6 de agosto de 2018 (Notimex).- El candidato ganador de la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador, valoró la madurez política de «quienes no votaron por nosotros», la cual se ha reconocido en el mundo.
Al reunirse con ingenieros civiles, López Obrador reiteró su propuesta de impulsar 25 proyectos prioritarios, incluyendo terminar programas que están hoy en marcha, como el Tren México-Toluca y los 52 hospitales que, precisa el morenista, siguen en obra.
López Obrador señaló que existen varias obras sin terminar en el país, las cuales no será posible concluir en un año, pero se irán concretando a lo largo del sexenio.
Aclaró que las obras de infraestructura que están en marcha no se detendrán, por el contrario se impulsarán, porque no se trata de dejar cosas pendientes, sino apoyar el desarrollo de la infraestructura del país, que ya ha costado importantes cantidades de dinero y que sí pueden traer beneficios para la nación.
Tal es el caso del Tren México-Toluca y de otros que pueden ayudar a mejorar al país, como la rehabilitación de las seis refinerías con que cuenta la nación.
López Obrador señaló que en todo caso se respetarán los contratos que hasta la fecha están en marcha, pues anticipó que todo se hará respetando la legalidad.
Se refirió a sus 25 proyectos de desarrollo que enunció de manera genérica y se detuvo en algunos que son importantes por la participación que implica para los ingenieros en el país.
Entre ellos, destacó el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), en cuya evaluación técnica pidió que participen de manera gratuita los ingenieros del país, a lo que ellos accedieron.
Recordó que el próximo 15 de agosto se presentará un primer documento elaborado, entre otros, por los ingenieros Javier Jiménez Espriú, futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, y José María Riobóo, contratista que participó en la obra de los segundos pisos del Periférico, en donde se incluirán las tres opciones principales.
Esto es, continuar con la obra del nuevo aeropuerto que ya se inició, construir dos nuevas pistas en la Base Aérea de Santa Lucía, o bien concesionar la obra del aeropuerto que se construye en Texcoco para que no haya inversión pública.
Una vez que los ingenieros del país emitan su opinión técnica, ésta se someterá a consulta pública que podría ser a través de mesas colocadas en plazas públicas, pero en todo caso «con la intención de que se tome una decisión estrictamente de carácter técnico y no político».
También se refirió al tema de la corrupción que debe ser desterrada de la vida pública y reiteró su intención de que los contratos públicos se otorguen en su mayoría a empresas mexicanas, aunque dijo que está abierto a que participen compañías extranjeras siempre y cuando sean honestas y no provengan de naciones que se caractericen por actos de corrupción.
En ese sentido, dijo que se buscará, sobre todo, tener tratos con empresas de países donde se privilegie la honestidad y que no tengan corrupción, como es el caso, por ejemplo, de Dinamarca o Noruega.
Sobre el tema del corredor industrial del Istmo de Tehuantepec, expuso que se trata de generar desarrollo y opciones de trabajo en esa zona para que las personas puedan ser felices donde nacieron y trabajen en su lugar de origen, a fin de que la migración en todo caso sea voluntaria.
Al respecto, advirtió que México se va a convertir en una potencia «y nadie nos va a estar amenazando con que se va a cerrar o militarizar la frontera, o que se va a construir un muro».
Insistió en su proyecto de llevar internet a todo el país, pues en la actualidad sólo existe este servicio en 25 por ciento del territorio y es necesario llevarlo al resto, porque se trata de una cuestión de justicia social.
Al finalizar su discurso, López Obrador pidió a los ingenieros aceptar públicamente el compromiso de hacer la evaluación técnica sobre el tema del aeropuerto de manera gratuita para ayudar al desarrollo del país, acuerdo que se avaló de forma unánime por los presentes en el encuentro que se desarrolló en el Palacio de Minería.