Washington, 16 de agosto de 2018 (Notimex).- Las nuevas revelaciones de abusos sexuales contra menores de edad a manos de sacerdotes en Pensilvania son una catástrofe moral que coloca a la Iglesia Católica frente a una crisis espíritual que requiere cambios prácticos, reconoció hoy la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).
“Esta es una catástrofe moral. Es también catastrófico que muchos fieles sacerdotes que persiguen la santidad y servir con integridad, están manchados por este falla”, consideró el presidente de la USCCB, Cardenal Daniel N. DiNardo.
DiNardo, Arzobispo de la Arquiódecesis de Galveston-Houston, dijo que a raíz de escándalos recientes como el que involucra al Cardenal Theodore McCarrick, la conferencia trabaja ya en el desarrollo de un plan de acción que será presentado en Baltimore en noviembre próximo.
“Enfrentamos una crisis espiritual que requiere no solo una conversación espiritual pero cambios prácticos para evitar la repetición de pecados y fallas del pasado que son tan evidentes en el reciente reporte”, dijo en alusión a un reporte dado a conocer el martes por un Gran Jurado en Pensilvania .
El reporte, resultado de una investigación de dos años en seis de las 12 diócesis del Pensilvania, reveló casos de abusos a manos de al menos 300 sacerdotes en contra de mil niñas y niños, aunque la cifra podría ser mayor, los cuales se extendieron durante más de medio siglo.
El Gran Jurado ante el que las autoridades judiciales de ese estado presentaron evidencia, incluyendo testimonio de víctimas, determinó que estas fueron ignoradas por las autoridades eclesiásticas en todos los níveles, quienes optaron por proteger a los abusadores, y sobre todos, a sus instituciones.
DiNardo trefirió que el Comité Ejecutivo de la USCCB estableció tres objetivos en su plan de acción, que van desde una investigación en torno al caso de McCarrick; la apertura de una nuevo canal confidencial para presentar denuncias contra Obispos y apoyo para una resolución más efectiva de las mismas.
El mes pasado el Papa Francisco impuso la suspensión ´ad divinis’ a McCarrick, después que este presentó su renuncia al Colegio Cardenalicio, y ordenó además su exclusión de cualquier ministerio público, hasta que su caso sea examinado por un tribunal canónico.
McCarrick, hasta hace poco uno de los más respetados miembros de la jerarquía de la iglesia católica nacional, y quien sirvió antes como Arzobispo de la Arquidiócesis de Washington, presentó su renuncia en medio de acusaciones de abuso sexual en contra.
Como parte de la investigación de las acusaciones contra McCarrick, DiNardo dio a conocer que se ha invitado a El Vaticano a conducir una visita apostólica para responder a las preguntas en torno al caso, en concierto con un grupo de expertos laicos.
“Me disculpo y pido humildemente perdón por lo que mi hermanos Obispos y yo hemos hechos y fallado hacer. Cualesquiera detalles que resulten en relación al Obispo McCarrick o los muchos abusos en Pensilvania (o donde sea), sabemos ya que la una de las causas de raíz es el fracaso del liderazgo episcopal”, señaló.