México, 29 de agosto de 2018.- El Banco de México (Banxico) redujo a un rango de entre 2 y 2.6 por ciento el estimado de crecimiento para el País en 2018, desde un previo de entre 2 y 3 por ciento.
La proyección de crecimiento económico durante el primer año del nuevo Gobierno también sufrió un ajuste a la baja, al pasar a un rango de entre 1.8 y 2.8 por ciento, desde uno de 2.2 a 3.2 por ciento.
En tanto, el pronóstico de inflación lo elevó a 4.2 por ciento para el cierre de año, por encima del objetivo meta del banco central, desde el estimado anterior de 3.8 por ciento.
La contracción que registró la economía nacional durante el segundo trimestre del año, en medio de un ambiente de incertidumbre marcado por la falta de un acuerdo comercial con Estados Unidos y el proceso electoral, llevó a que Banxico redujera el pronóstico para el crecimiento del año en curso.
Entre los riesgos para el crecimiento se encuentra el escalamiento de políticas comerciales proteccionistas a nivel mundial, mayores episodios de volatilidad en los mercados internacionales y la permanecía de un ambiente de incertidumbre.
Los factores que podrían generar un mayor y mejor dinamismo económico contemplan las noticias de un posible acuerdo comercial, lo que podría generar la reactivación de la inversión, el mayor dinamismo de la economía estadounidense y un incremento del gasto público mayor al anticipado.
«En general, sí se ve un entorno de mayor de debilidad en la actividad económica», dijo Alejandro Díaz de León durante la presentación del informe correspondiente al segundo trimestre del año.
En cuanto a la inflación, a partir de junio algunos riesgos al alza se materializaron, lo cual condujo a aumentos importantes en la parte no subyacente de la inflación, que ya se encontraba y se mantiene en niveles elevados, principalmente por el incremento de los precios de las gasolinas y el gas LP.
Con esto, también se estima que la trayectoria inflacionaria de 2019 se verá afectada, aunque de manera transitoria.
«Se prevé que la trayectoria de convergencia de la inflación general hacia su meta se vea retrasada, fundamentalmente por el comportamiento de la inflación no subyacente», indicó Díaz de León.
Así, la proyección para la inflación del próximo año se ubicó en 3.3 por ciento, un alza desde el 3.1 por ciento previsto anteriormente. (Con Información de Reforma)
