Chicago, 7 de septiembre de 2018 (Notimex).- A dos meses de las elecciones legislativas estadunidenses, el exmandatario Barack Obama regresó hoy a la arena política con una fuerte crítica contra la administración del presidente Donald Trump, al que consideró como una de las amenaza a la democracia en Estados Unidos.
“Estos son tiempos peligrosos”, dijo Obama, el primer presidente afroamericano de Estados Unidos, durante la recepción de un premio sobre ética en el gobierno, otorgado por la Universidad de Illinois.
“Esto no es normal (…) no hay nada compasivo en separar a madres de sus hijos”, señaló el exmandatario (2009-2017), en referecia a la política antiinmigrante de Trump de «tolerancia cero».
Obama, quien se había mantenido al margen de los reflectores políticos desde que dejó la Casa Blanca en enero de 2017, apeló de manera directa a los estadunidenses a salir a votar en noviembre próximo para lograr una nueva mayoría demócrata que restablezca la cordura en la política de Estados Unidos.
“Sólo hay un contrapeso a los abusos del poder: Ustedes y su voto”, remarcó Obama, con su tradicional estilo pausado y cadencioso, ante estudiantes, profesores y políticos.
“En última instancia, la amenaza a nuestra democracia no sólo viene de Donald Trump o los republicanos en el Congreso, o los hermanos Koch y sus cabilderos, o demasiadas concesiones de los demócratas o hackeo de los rusos”, apuntó Obama.
“La mayor amenaza a nuestra democracia es la indiferencia, la mayor amenaza a nuestra democracia es el cinismo”, remató.
Obama emplazó a todos aquellos estadunidenses cansados del actual estado de la política nacional, que dejen de abuchear y se pongan a participar de manera activa en el proceso político, no sólo a nivel federal, sino estatal y local.
“Ustedes son el antídoto, su participación y su espíritu, y su determinación no sólo en estas elecciones y en las elecciones subsecuentes, sino en el periodo entre las elecciones”, señaló.
Con su discurso, en el que no escatimó cuestionamientos a toda la clase política, pero también al abstencionismo electoral de los jóvenes, Obama entró de lleno a la carrera electoral hacia las votaciones legislativas del 6 de noviembre próximo.
Aunque los republicanos controlan tanto la Cámara de Representantes como el Senado, encuestas muestran que la impopularidad del presidente Trump puede ayudar a los demócratas a recuperar al menos el control de la Cámara baja, donde requieren ganar 23 escaños.
Obama se mofó, por ejemplo, del funcionario anónimo que reveló una “resistencia” interna en la Casa Blanca a algunas de las políticas de Trump.
“Así no es como funciona nuestra democracia (…) Está gente no fue electa, no rinde cuentas. No nos están haciendo un favor promoviendo un 90 por ciento de las locuras de la Casa Blanca, para después decir: ‘No se preocupen, estamos evitando el otro 10 por ciento”, ironizó.
“Esto no es normal, son tiempos extraordinarios. Y Son tiempos peligrosos”, insistió el expresidente, quien criticó a los republicanos por no tener “agallas” para confrontar las corrientes del Partido que alientan las divisiones y el resentimiento.
La agenda de Obama en su regreso a la política incluye un viaje a California para hacer campaña a favor de candidatos demócratas en el condado de Orange para después desplazarse a actos similares en el estado de Ohio.