29 noviembre de 2018.- Con una advertencia contra el autoritarismo, el ministro José Ramón Cossío se despidió hoy de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al terminar su periodo de 15 años en el máximo tribunal.
En una ceremonia emotiva en la Corte, ante la cúpula del Poder Judicial, familiares e invitados, Cossío se dijo preocupado por el deterioro de la democracia, no sólo en México sino en el mundo, y por sus consecuencias para la justicia Constitucional.
«En esta crisis de la democracia que estamos viviendo, ¿qué le sucede a la justicia Constitucional? Creo que la crisis de la democracia está trastocando la imagen general de la justicia Constitucional, y esto me parece peligrosísimo», dijo.
«¿Por qué? Porque la democracia, en el apoderamiento de los órganos de Estado, está suponiendo que puede hacerse desde los órganos de Estado lo que venga en gana, porque a final de cuentas se tiene un gobierno legítimo y mayoritario».
Ante este escenario, Cossío consideró que la función de los jueces Constitucionales será central, y elogió a la Carta Magna mexicana, que a su juicio contiene los más altos estándares de derechos humanos y sencillamente necesita ser defendida y aplicada.
«Así como la democracia necesita demócratas, una justicia Constitucional requiere jueces Constitucionales. Jueces que estén sosteniendo una plaza, que es la Constitución», afirmó.
«La tentación de apoderarse de la justicia Constitucional, de destruir la justicia Constitucional, de hacer cosas distintas con la justicia Constitucional, es importante. Este es el tiempo de los jueces Constitucionales, no como un ego profesional, no como una condición personal, sino como forma de mantenimiento de los procesos civilizatorios», agregó.
El Ministro, que se dedicará a dar clases, lamentó que el Poder Judicial no ha logrado explicar que la función de los jueces no es impartir «justicia» de manera metafísica o religiosa, sino ejercer jurisdicción para tratar de dar a cada quien lo que le toca, dentro de procesos ordenados y reglamentados.
Cossío destacó que, en sus 15 años, votó en aproximadamente 46 mil 744 asuntos, lo que supondría revisar ocho expedientes diarios, por lo que dedicó buena parte de su discurso de veinte minutos a agradecer a su equipo de secretarios de estudio y cuenta.
También agradeció a su esposa Mariana Mureddu, y a sus siete hijos.
En un mensaje previo, el Ministro Javier Láynez destacó la constante actividad académica de Cossío, que ha escrito o colaborado en decenas de libros y es miembro del Colegio Nacional.
«Ejerció su función Constitucional desde una perspectiva liberal», dijo Láynez, «proclive siempre, sin estridencias, sin excesos, a tomarse el garantismo en serio».
Cossío fue el primer Ministro designado para los periodos fijos de quince años previstos en la reforma judicial de 1994-95. (Con información de Reforma)