Río de Janeiro, 3 diciembre de 2018 (Notimex).- El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil analiza mañana el pedido de la defensa del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva para excarcelarlo por supuesta parcialidad del juez que lo condenó, Sergio Moro, quien será el próximo ministro de Justicia, en una jornada crucial para el exmandatario.
La segunda sala de la Corte Suprema, compuesta por cinco jueces cuya mayoría es percibida como más garantista con los derechos de los reos, será la encargada de determinar si Lula da Silva, de 73 años, debe permanecer en prisión o su recurso es aceptado y eventualmente puede ser puesto en libertad o en detención domiciliar.
La defensa de Lula da Silva, quien permanece en prisión desde el 7 de abril pasado tras ser condenado a 12 años y un mes por corrupción y lavado de dinero, recurrió ante la Corte Suprema la sentencia pronunciada por Moro, tras conocer que éste será ministro en el gobierno de Jair Bolsonaro, una controvertida decisión que ha dividido al país.
En su pedido presentado ante el STF, los abogados del exmandatario –inhabilitado políticamente cuando lideraba las encuestas para las pasadas elecciones presidenciales- aseguran que el juez Moro fue parcial en su condena y actuó para dejarlo fuera de los comicios de octubre pasado.
En una carta reciente dirigida al Partido de los Trabajadores (PT), Lula da Silva advirtió de que la formación que fundó y que busca una estrategia de oposición a Bolsonaro sufrirá “ataques” por parte del Ejecutivo de Bolsonaro.
“Tenemos que volver a las calles, las fábricas, los barrios y favelas, hablar la lengua del pueblo, volver a conectarnos con las bases”, dijo Lula, quien acusó a Bolsonaro de ser apoyado por “el departamento de Estado estadunidense”.
Lula da Silva insistió en que su condena fue política, y que tuvo el objetivo de dejarle fuera de las elecciones de octubre cuando lideraba las intenciones de voto con un 40 por ciento.
Considerado por una parte de la población como un “héroe” que colocó entre rejas a Lula da Silva y al expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, entre decenas de políticos y empresarios, Moro es ahora percibido por la izquierda como un magistrado parcial.
El llamado “zar de la Operación Lava Jato” ha sido duramente criticado por el Partido de los Trabajadores de Lula da Silva tras la decisión de sumarse al Ejecutivo del presidente electo, el exmilitar de extrema derecha, Jair Bolsonaro, ya que consideran que su condena a Lula da Silva podría haber estado influida por intereses políticos.