México, 12 de febrero de 2019.- Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, alertó que la Guardia Nacional vulnerará garantías fundamentales, no terminará con la impunidad, debilitará la institucionalidad civil y democrática y provocará la ruptura de México con los sistemas internacionales de protección y defensa de los derechos humanos.
Este martes se realizó en el Senado la segunda audiencia pública “Derechos Humanos”, para analizar la minuta que crea la Guardia Nacional.
En este marco, el ombudsman nacional, Luis Raúl González, aseveró que la Guardia Nacional no garantiza justicia y sí marca una ruta para militarizar áreas hasta ahora reservadas a las instituciones civiles.
“Es una apuesta riesgosa para la democracia y la institucionalidad civil. Si se les concede poder económico, se afianza su poder político y se les deposita como potestad esencial del monopolio estatal del uso de la fuerza, existe el riesgo de que, en la práctica, nuestras Fuerzas Armadas dejen de tener incentivos reales para que, una vez superados los estados de emergencia, renuncien a tales potestades a favor de la autoridad civil”.
Alicia Rabadán Sánchez, madre de Jorge Antonio Parral, narró como su hijo al que confundieron con un secuestrador, fuerzas militares lo ejecutaron el 26 de abril de 2010, en un rancho ubicado en el estado de Nuevo León. Llorando, pidió a los senadores no aprobar este nuevo modelo de seguridad.
“Solicitamos a esta H. Cámara de Senadores su intervención para que no apruebe este dictamen y para que no permita la militarización de la seguridad pública, como es el nuevo plan de Guardia Nacional que se pretende establecer en México. (…) ¡Descansa en paz, hijo! ¿Descansa en paz! ¡Perdón!”.
La directora de Amnistía Internacional México, Tania Reneaum Panszi, advirtió que la Guardia Nacional pone en riesgo la figura del presidente de la República.
“Y cuando pensábamos que no había nada peor que la Ley de Seguridad Interior, llegó la Guardia Nacional. (…) ¿Por qué se ha quitado de la narrativa el fortalecimiento de las policías?, y en cambio se ha implementado una reforma constitucional al final del día puede poner en riesgo la propia figura del presidente de la República. (…) Porque la Guardia Nacional es solamente el rompecabezas de una política del populismo punitivo”.
Alfredo Lecona, del colectivo Seguridad Sin Guerra, afirmó que la Guardia Nacional pretende ser una solución mágica al problema de la inseguridad en el país.
“De verdad alguien en este salón puede garantizar que en los próximos seis años no existirá un Ayotzinapa, un Tlatlaya o un Palmarito. (…) Y que nadie puede garantizar que la Guardia Nacional no quedaría en manos de un gobierno autoritario. Negarle hoy una Guardia Nacional militar al presidente, convencerlo y convencerse ustedes que la Guardia debe ser incuestionablemente civil, puede evitar mucho dolor. No pasemos del fraude a la Constitución que pretendía hacer la Ley de Seguridad Interior a la destrucción de la Constitución. Más vale un colorado, que más crímenes de Estado”.
El padre Alejandro Solalinde, ponente en esta audiencia, aseveró que las Fuerzas Armadas no son intrínsicamente perversas, ahora que el presidente Andrés Manuel López Obrador es su Comandante Supremo.