Caracas, 26 de febrero de 2019 (AP).— Las autoridades venezolanas deportaron el martes a un grupo de periodistas encabezados por Jorge Ramos de Univision luego de haberles confiscado la víspera los equipos y celulares en el palacio presidencial tras una entrevista al mandatario Nicolás Maduro que se interrumpió abruptamente.
Ramos y miembros del equipo periodístico de Univisión abandonaron a la mañana el hotel donde estaban alojados para dirigirse al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía escoltados por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), indicó a The Associated Press Carlos Correa, director de la organización no gubernamental Espacio Público, dedicada a la defensa de la libertad de expresión y los derechos de los periodistas.
El grupo periodístico, integrado por cinco extranjeros y dos venezolanos, salió acompañado de diplomáticos de Estados Unidos y México.
Hasta el momento de pasar a migración los equipos que les confiscaron, que incluían cuatro cámaras, cuatro monitores, un equipo portátil de transmisión en vivo, micrófonos y lámparas, no les habían sido devueltos, dijo Marco Ruiz, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa de Venezuela.
Los periodistas de Univisión abordarán al mediodía un vuelo comercial con rumbo a Miami.
Al condenar la expulsión del grupo de Univision, Correa afirmó que el gobierno “no mide el costo que tiene un atropello de esta naturaleza” y sostuvo que estas acciones reafirman un “patrón que es hostil y que descalifica a la prensa”.
Ramos, uno de los periodistas de habla hispana más influyentes en Estados Unidos, le dijo a AP que Maduro puso fin a la entrevista a los 17 minutos de su inicio después de que Ramos le mostró al mandatario un video grabado horas antes en el que se veía a jóvenes venezolanos comiendo sobras de comida de un camión de basura.
El equipo de Univision pudo salir del palacio presidencial lugar luego de dos horas pero sin que les devolvieran sus teléfonos, material periodístico ni las cámaras, dijo Ramos. Indicó que agentes de información les anticiparon que serían deportados el martes, fecha en que de cualquier forma tenían programado su regreso a Miami.
“Se robaron mi trabajo”, dijo Ramos. “Mi trabajo es hacer preguntas”.
El gobierno de Venezuela rechazó la versión de Ramos y lo acusó de intentar montar un incidente internacional después de que altos funcionarios del Departamento de Estado y el senador Marco Rubio retransmitieron reportes en redes sociales sobre lo que llamaron la detención de Ramos al mismo tiempo en que se transmitía una entrevista grabada horas antes con la cadena estadounidense ABC.
“Por Miraflores han pasado centenas de periodistas que han recibido el trato decente que de forma habitual impartimos a quienes vienen a cumplir con el trabajo periodístico”, dijo Jorge Rodríguez, secretario de Comunicación, Turismo y Cultura de Venezuela a través de Twitter.
Ramos, quien entrevistó en tres ocasiones al mentor de Maduro, Hugo Chávez, dijo que Maduro lo acusó de ponerse del lado de los detractores de su gobierno en la disputa política por el poder que se vive en Venezuela.
Más de 50 gobiernos de todo el mundo han reconocido al líder opositor Juan Guaidó como el gobernante legítimo de Venezuela después de que Maduro tomó posesión para un segundo periodo al frente del país el mes pasado luego de lo que sus detractores describieron como elecciones ilegítimas.
Previamente Ramos ya había molestado a uno de los principales críticos de Maduro: el presidente de Estados Unidos Donald Trump, quien hizo que sacaran al periodista de una conferencia de prensa durante las elecciones de 2015 después de que le preguntó sobre sus posturas anti migratorias hacia los mexicanos.