Londres, 23 de mayo de 2019 (AP).— La primera ministra británica, Theresa May, se reunió el jueves con aliados cercanos mientras consideraba si cedía a la constante presión para que renuncie o luche por salvar su plan para el Brexit y su puesto.
El destino de May parecía sellado tras la renuncia en la víspera de la ministra del Gabinete, Andrea Leadsom, que dimitió alegando que no podía respaldar la propuesta de ley sobre la salida británica de la Unión Europea que May tiene previsto presentar al Parlamento.
Leadsom, como líder de la Cámara de los Comunes, iba a renunciar el jueves cuando se efectuase la votación sobre el texto. Pero señaló que no podía apoyar la propuesta de la primera ministra porque no “cumplirá con el resultado del referendo” de 2016 en el que los votantes decidieron abandonar el bloque.
“Nadie ha querido que tuviese éxito tanto como yo, pero ahora le pido que tome las decisiones correctas en interés del país, de este gobierno y de nuestro partido”, escribió Leadsom en su carta de dimisión a May.
El número de conservadores que piden la renuncia de May va en aumento. Los diputados de su partido quieren que acepte renunciar el viernes, lo que abriría una batalla por el liderazgo. De lo contrario es probable que intenten derrocarla.
“Quiero que ofrezca un calendario para su salida”, dijo Geoffrey Clifton-Brown, tesorero del comité que supervisa las carreras por la dirección del partido.
Si no fija una fecha, habrá una “abrumadora presión” para presentar una moción de censura en su contra, agregó.
Aunque May abandone el liderazgo de la formación, se mantendrá como primera ministra interina durante varias semanas hasta que los legisladores y los afiliados conservadores elijan a un sucesor.
El secretario de Exteriores, Jeremy Hunt, señaló el jueves que May debería seguir en el cargo cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visite el país entre el 3 y el 5 de junio.
May llegó al cargo poco después de la consulta sobre la permanencia en la UE de junio de 2016, y dedicó todo su mandato intentado hacer realidad esa decisión.
Parecía cerca de lograrlo cuando cerró un acuerdo de divorcio con Bruselas a finales del año pasado. Pero los parlamentarios lo han rechazado en tres ocasiones y el plazo límite para el Brexit, establecido con años de antelación, venció el 29 de marzo sin que Londres abandonara el bloque.
Muchos conservadores culpan a May por la demora y creen que se ha convertido en un obstáculo para el Brexit.