México, 14 de junio de 2019.- Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, admitió que México tuvo que aceptar un acuerdo migratorio con Estados Unidos, en vez de una imposición y el desencadenamiento de una guerra comercial de alto costo para la economía mexicana, pues aplicar el 10 por ciento de aranceles a las exportaciones nacionales hubiera sido como incrementar de 16 a 25 por ciento el IVA y perder un millón de empleos.
Al comparecer ante el pleno de la Comisión Permanente, el canciller señaló que esta situación hubiera implicado una crisis económica similar a otros momentos difíciles vividos.
“O la otra una guerra comercial de alto costo para nuestro país, ¿qué tan costosa podría ser? Bueno, preguntamos a Banco México, a Hacienda, nos dijeron bueno una guerra comercial como éstas ahora, probablemente significaría provocarle a México una crisis o una dificultad económica similar a momentos difíciles que se han vivido. En cifras, nos mandaron un reporte, una proyección de hasta 10 por ciento de que se podrían perder más de un millón de empleos y que el costo para todas y todos nosotros sería como incrementar el IVA 16 quizá hasta de 25 por ciento, para ponerlo en términos de vida cotidiana”.
Bajo protesta de decir verdad, el canciller reiteró a senadores y diputados que “no existe ningún compromiso de la delegación mexicana que no está asentado en el informe que se envió al Senado”.
Sin embargo, uno de sus críticos, Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, le exigió que aclaré lo que el presidente Donald Trump “cacarea” como un acuerdo secreto y le sugirió que no se arrogue facultades que le competen a la Secretaría de Gobernación.
“Yo creo que no conviene señor secretario que usted absorba todas las funciones, porque perdemos margen de maniobra y, porque además abuso de funciones, que no es el caso hace nulas las decisiones. Y además que no lo inflen tanto, porque me lo van a reventar. Este no es un país parlamentario, aquí no hay primeros ministros, no hay, ni se reparten de cinco carteras en cinco, así es que mejor vámonos por el derecho escrito”.
Ebrard respondió a las críticas de Porfirio Muñoz Ledo.
“En que efectivamente el inflamiento es lo peor que puede haber y le agradezco su gestión para el desinflamiento relativo. Diría yo que nadie en su sano juicio, por vanidad, va a buscar el tema más difícil que es la migración, yo lo que estoy haciendo nada más diputado es cumplir mi responsabilidad con el gobierno de la República y con el jefe de las instituciones del país, que es el licenciado Andrés Manuel López Obrador. Sí por mí fuera yo estaría en Osaka, en Japón, preparando el G-20”.
Ante las críticas recibidas por lo negociado, Ebrard Casaubón declaró que no es quién para autoevaluarse, pero señaló que se admiten propuestas para mejorar lo acordado.
“Se me dirá que poco se ganó, nada más fue un plazo. Bueno, cada quien que lo valoré, yo no soy quién para autoevaluarle, hay algunas evaluaciones muy críticas está bien; otras evaluaciones más moderadas y quizá otras evaluaciones muy a favor. En general, yo lo que les pediría es que la valoración que se haga sería, bueno, tomar en cuenta todos los elementos de información y tomar en cuenta que estamos en medio de una negociación, si alguien piensa que hay un mejor método de negociación, se los vamos a apreciar enormemente”.
Graciela Márquez, secretaria de Economía, anticipó que México está listo, si es el caso, a imponer también aranceles a productos norteamericanos.
“Pero, estamos listos también para adoptar las medidas arancelarias necesarias y no necesariamente medidas espejo, es decir, no aplicar exactamente los mismos aranceles y no tener una estrategia que nos haga que nuestra respuesta sea contundente”.
Ante la insistencia de diputados y senadores, Marcelo Ebrard aceptó la integración de un grupo plural de legisladores que acompañe las negociaciones que seguirán con Estados Unidos, porque continuarán más allá de los 45 días pues el presidente Donald Trump está en campaña por la reelección.